-No señor, únicamente eso- respondió Miranda evitando su mirada; el noto el nerviosismo de la muchacha y el rubor que no la abandonaba esta mañana. -Está bien puedes retirarte. Ella obedeció de inmediato. En esos momentos le incomodaba ver a su jefe y saber que tuvo el privilegio de besar sus labios antes de su rechazo. Todavía le duele; pero necesita el trabajo así que deberá soportar el dolor que siente en su corazón al verlo. En la mansión, Natasha se acababa de levantar y se estaba preparando para salir, se ducho y se vistió con un vestido sencillo y con plataformas, se maquilló un poco y dejo su cabello suelto. Alisto a su pequeña princesa y esperaron en el salón la llegada de Martha y Amanda, la cuales no se hicieron esperar mucho. -Buenos días- saludaron las tres mujeres al ent
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