Mi padre y yo siempre fuimos unidos, nunca pensé escoger mi vestido sin mi madre y hermana. Jamás pensé casarme sin ser mi padre el que me entregara. Pero lo que ni en un millón de años hubiera podido adivinar fue el hecho de que mi familia no iría a mi boda. —Ven Natasha , necesitó que te pruebes estos— me dijo la señora Baxter sacándome de mi delirio emocional. Ya en el vestidor una de las dependientas ayudo a desvestirme y a colocarme el primer vestido. Era un vestido estilo de princesa, pero sin ser tan pomposo, era sin mangas de tirantes gruesos y diversa pedrería. Me gustaba, pero no era el indicado. Amanda y Martha estuvieron de acuerdo. El siguiente vestido era de manga tres cuartos, de pedrería, era pegado al cuerpo pero en mis caderas aflojaba cayendo la falda de forma elega