El Dilema de Sofía

1658 Words
Marcos comenzó a cocinar mientras Sofia lo miraba, desde un banco en el desayunador; se había quedado con una franela sin mangas. su tiempo en el gim era un tiempo muy bien invertido. pensó Sofia, mordiendo ligeramente el labio de abajo, Marcos despertaba cosas en ella que nunca había sentido. Lo vio desplazarse con mucha agilidad por la cocina, era placentero ver la agilidad que tenía. —¿Dónde aprendiste a cocinar así? —, pregunto Sofia mientras veía volar una homelet por los aires hasta llegar nuevamente a la salten. — Antes de comenzar la carrera, soñaba con ser un chef, tome varios cursos, pero mi familia se negaba a dejarme estudiarlo como carrera—hizo una pausa, pero al ver la mirada atenta de Sofia, continuo. —mi familia es dueña de un viñero en la toscana. —oohhh, eres italiano?, bueno, debo decir que pareces más latino. —Mi padre es latino, mi madre italiana. —A claro, eres Fernández, ¿y el apellido de tu madre? —, dijo mientras seguí tomando un jugo que le había pasado Marcos. —No es importante, pero creo que me toco heredar lo mejor de ambos mundos—dijo mientras servía, los platos. — Un viñero— dijo Sofia, tratando de recordar marcas de vinos, ¿tu familia es dueño del vino Prosecco? — no, y no me gusta ese juego Marcos se movía en la cocina con mucha agilidad, Sofia estaba boqui abierta. —Wao, eres sorprendente— no pudo evitar soltar Sofia mientras veía la rapidez con que Marcos cortaba unos vegetales— yo nunca podría hacer algo así. —yo difiero, estoy seguro que alguien tan hábil como tú, puede con todo lo que se proponga—dijo mientras lanzaba una rápida mirada a Sofia acompañada de una sonrisa pícara. Sofia solo atino a suspirar y sonreír tímidamente. —Supongo que es la primera vez que estás sola con un hombre, si te sientes incomoda puedes ir a la sala, te llamare cuando este la cena. Sofia abrió la boca instintivamente, le sorprendió que marcos le dijese eso, la verdad es que pasaba todo lo contrario dentro de ella, se sentía cómoda, pero solía sobre pensar las cosas y no quería decir algo que después se arrepintiese y que eso le diera vueltas en su cabeza sin parar. —la verdad —dijo entre dientes— es mi primera vez con con alguien que no es de la familia, pero no me siento incomoda, la verdad no tengo mucha experiencia socializando, Clara es mi amiga desde pequeñas y la verdad no salgo mucho de casa. Marcos la miro soltando una sonrisa soplada. —lo lamento, eso se escuchó muy mal—dijo bajando la cabeza y apretando con sus manos el borde de su blusa. Marcos, soltó el cuchillo, se acercó a Sofia, apoyando sus codos y todo el ante brazo del desayunador —Solo lo mencione porque no pareces cómoda, oohh, igual creo que estas nerviosa o me tienes miedo, dijo en forma bromista. Sofia tenía la intensión de responder, pero se ahogó con saliva y empezó a toser. —Entonces si estas nerviosa—dijo mientras le daba pequeños toques en la espalda, cuando Sofia dejo de toser, le paso un vaso de agua, e instintivamente se acercó a su oído, bajando la mano que tenía en su espalda a su cintura —no tienes por qué temer, ¿recuerdas?, no hare nada si no me lo pides. Marcos, hizo un ruido con la boca, al ver el gesto de Sofia volvió a la cocina y le coloco el plato en frente, con lo que había cocinado. —come, caliente es más delicioso—se le sintió un tono un tanto frio. —uuhh, esto huele delicioso, gracias— dijo mientras se entraba una cucharada en la boca, tratando de disimular que tenía un nudo en la boca del estómago. Debo cambiar de tema, esto está muy incomodo.  — ¿Son dueños del Barolo? — soltó Sofia tratando de retomar el tema del viñero y romper un poco la tensión. — Marcos roto los ojos y la dejo sola en la cocina para ir al sofá. Sofia lo siguió, sin darse cuenta que a Marcos le molesto el cambio de tema. —Mi familia es humilde, que la tuya tenga un villero es sorprendente, aunque no sea uno grande. — El caso es que mi padre quiere que me ocupe del negocio familiar, y aunque estemos en las mismas materias, el trimestre que viene ya no nos veremos, ya que cambiare a administración de empresa. —¿En serio?, no sabía—dijo Sofia entendiendo lo que eso significaba. Al terminar de comer, marcos se fue dar un baño, al salir de la ducha debía pasar por la sala, Sofia no pudo evitar mirarle la espalda, no quería, pero escaneo cada milímetro de su amplia espalda, al darse cuenta que no había disimilado nada, se mordió los labios y se volvió a ruborizar. Suspiro y agradeció que él no lo notara. Así que entro a la ducha con la esperanza de poder refrescarse un poco. Cuando Sofia entra a la ducha su móvil empieza a sonar, Marcos lo toma y le llama desde la puerta. —Sofia, tienes una llamada, dice que es tu madre. —¿Sofia?, vuelve y grita, pero Sofia está cantando a todo pulmón y su canto mezclado con el ruido del agua caer, no le permite escuchar a Marcos. Abre la manija y nota que no coloco seguro, su idea era volver a repetir que su madre la llamaba, sin ver, pero sus ojos fueron a parar en la curva de su espalda, quedo paralizado, hechizado por lo que estaba viendo, sus movimientos de cadera, lo envolvieron. Vuelve a sonar el móvil, pero esta vez Sofia escucha la música, se gira rápidamente recordando que dejo su móvil afuera, para encontrarse con la mirada fija de Marcos. Ambos quedaron inmóviles, Sofia no se cubrió, Marcos no salió, estuvieron estáticos por unos segundos, hasta que Marcos dio un paso adelante provocando que Sofia se cubra el busto y se enrosque un poco tratando de taparse con sus manos. Marcos respira profundo volviendo a la realidad, deja el móvil en el piso y sale con un gesto de frustración. Sofia le responde a su madre y sale lo más pronto posible del baño. —¿Recepción?, perdone, puede usted por favor traer las llaves de la habitación 521, nuestros amigos salieron y olvidaron dejarnos una copia—escucho a Marcos cuando salía del baño. y ahí en el pasillo antes de llegar a la sala donde estaba Marcos, apoyó la cabeza y sin poder contenerse más, comenzó a llorar. Apoyo su espalda de la pared y se derrumbó en un llanto silencioso, sintiéndose mal por Marcos, y por ella, sabía lo que tenía que hacer, pero tenía miedo y ese miedo era más fuerte que el deseo que sentía por Marcos. Marcos la noto y se sentó a su lado de forma sigilosa, lo pensó dos veces antes de levantar su mano y colocarla en su cabeza, a modo de apoyo, luego comenzó a acariciar su cabello de forma lenta. —Lo lamento, fue un accidente, desde que vengan de recepción pediré otra habitación y te dejare esta a ti, ya no quiero incomodarte más. Sofia quería responder, pero el nudo en la garganta no la dejaba. Ambos quedaron en silencio por unos minutos, hasta que Sofia se pudo calmar un poco. Sofía respiró hondo, y con voz temblorosa, confesó: —Es que... siento que estoy traicionando a mis padres. Les prometí que no tendría una relación, que me concentraría solo en mis estudios. Llegar hasta aquí nos costó tanto sacrificio... —Las palabras les salían entre jipidos, revelando la batalla interna que llevaba dentro. Marcos la miró con ternura, y con delicadeza limpió una de sus lágrimas con el pulgar, manteniéndose cerca, pero con cuidado de no dañarla más. —Ay, hermosa... qué dulce eres —susurró, mientras seguía acariciando su rostro con suavidad—. Eres increíble, tus padres deben estar orgullosos de ti—dijo mientras notaba que, aunque Sofia tenia el cuerpo de una hermosa mujer, era aun muy inocente, y tuvo miedo por ella y que no pudiese defenderse de los depredadores que había en el campus. —Debo parecerte la mujer mas extraña del mundo ahora mismo. —la verdad no, creo que puedo entenderte, yo al igual que tu no quiero decepcionar a mi familia, por eso dejare una carrera que amo, para estudiar una carrera a fin con el negocio familiar. Sofia levanto la mirada, y lo miro a los ojos. —lamento haberte causado problemas existenciales esta noche, solo deberás aguantarme por tres meses, ya luego saldré de tu vida. —NO—se apresuro a decir Sofia— respiro sacando aire, y tomando fuerzas —no eres el problema. —aah entiendo, me dirás el típico, no eres tú, soy yo, hermosa, lo siento , pero yo invente esa frase—dijo Marcos mientras se ponía de pie al ver que la puerta de entrada se abría. Agradeció al camarero y entrego una llave a Sofia. —Estarás segura aquí, yo debo ir a recepción a solicitar una nueva habitación. Sofia lo miro tomar una mochila y echar un poco de ropa en ella, mientras se ahogaba en cientos de pensamientos. —Buenas noches hermosa, descuida, si mañana nos preguntan que paso solo diremos que hicimos esto de inmediato, que tu tomaste la decisión y yo te respete. ¿Estás de acuerdo?. Sofia asintió, pero por dentro gritando otra cosa, su traicionera boca no se atrevía a expresarlo. Marcos tomo la llave, la paso por el lector, y cuando la puerta abrió, Sofia la serró desde atrás de él. —¿Sofia?, que sucede? —Por favor, no te vallas.
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