—¡No puedo! —le susurré a Julián en los labios—. Tengo pareja y ya esto paso una vez, no puedo permitir que pase dos. —¿No lo quieres? —No se trata de eso, no puedo pensar solo en mi. —Entonces si lo quieres —sus ojos me miraban de una manera tan cálida, que no parecía el Julián de siempre. Me aleje varios pasos de él y le sonreí. —Lo quise yo lo quise mucho durante mucho tiempo, pero para ti eso no era suficiente, ni siquiera lo considerabas una opción. Y ahora estas frente a mi pidiéndome algo que no puedo darte. —¿Por qué? Me amas y... —No igual que antes. —Me amas aún más y lo sabes. —¿Y tú? ¿Me amas? —sus ojos brillaron, avanzó los pasos que yo había retrocedido y estiró una mano para tocar mi pelo, rozo sus dedos sobre un mechón. —Tienes razón, no es momento aún. Nu