Capítulo 1 : Cualquier ayuda es buena

670 Words
— Maia — Un día más de trabajo, un día más de ponerme mis audífonos y respirar, hoy me toca todo el turno de la noche desde las 6 de la tarde hasta 4 de la mañana, camino desde mi apartamento hasta la parada del autobús y espero paciente, después de 30 minutos llego al club de caballeros aunque no es el trabajo mas digno que se puede tener las propias son buenas y no debo de acostarme con nadie entonces funciona por el momento. Cuando llego me coloco mi uniforme de color n***o y me hago una cola alta ya que mi cabello es largo y no permiten cabello suelto cuando se sirven bebidas, me coloco las botas que usamos y busco mi role de tareas que está en el vestidor. Mientras limpio las mesas y sillas algunas chicas van llegando y se cambian en sus pequeñas ropas para los bailes o privados que harán esta noche yo solo las observo desde lejos y me parecen muy valientes ya que a mi me daría mucha vergüenza que me vean desnuda. Como a las 8 de la noche un cliente entra y se sienta en una parte trasera de la pista donde bailan las chicas y ese sector es el que me toca a mi atender, camino despacio y le sonrió tratando de ser cordial, le pregunto al señor que le gustaría tomar pero el me mira de arriba a bajo y eso me intimida mucho, el señor solamente me pide una cerveza por lo que camino hasta el bar en busca de ella, cuando se la entrego le sonrío y sigo atendiendo a otros clientes. Cuando vuelvo a la mesa del hombre anterior el me pide esta vez un vaso de whiskey por lo que voy al bar y le traigo lo que el pidió, noto esta segunda vez que el tiene un jeans roto y una camisa blanca grande, tiene el cabello corto rubio y ojos azules lo que me hace pensar que definitivamente viene por alguna de las chicas por que es muy atractivo hasta su voz es sexy, después de verlo muy rápido a los ojos noto que me he quedado mirándolo por que lo le quito la mirada y sigo en otras mesas. Mientras acomodó algunas cosas en la barra el hombre extraño me toma de la mano, me da dinero y sale del lugar, yo veo mi mano y tengo 500 dólares, esto es demasiado que vergüenza la próxima vez que lo vea le diré gracias pero tengo el presentimiento que se equivoco. Durante la noche me quedo pensando en el señor de la propina y lo agradecida que estoy esto me ayuda mucho más de lo que el puedo imaginar. Salgo del trabajo cansada, tomo un taxi y me voy a casa a descansar pero antes cuento mis propinas y para ser una mesera no me va mal hoy hice 800 dólares contando lo que me dio el señor extraño gracias a Dios es mucho dinero muy pocas veces hago tanto en una noche. Cuando despierto son las 12 medio día por lo que preparo algo de almorzar y me siento a ver las noticias. Ese día por la tarde tomo mi clase de portugués ya que me gustan los idiomas y me voy a trabajar en la biblioteca del centro. Todo esto es esperando entrar a estudiar pronto pero no puedo pagarla en este momento apenas estoy ahorrando para comprar un auto y todo no se puede el auto es mi prioridad ya que vivo lejos del centro de la cuidad y con un auto todo sería más fácil. Mi trabajo de mesera será hasta que pueda tener buenos ahorros o pueda conseguir un trabajo en algo mejor, aunque algunos hombres se han ofrecido a ayudarme nunca he tomado la oportunidad por que ninguno me gusta, no me imaginó durmiendo con un señor de 80 años por algunos dólares al mes eso no es lo mío, no podría ni darle un beso.
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