Minutos después… Se conducen a un pequeño e íntimo restaurante, este lugar se veía muy bien para Abril, quien es una chica sencilla, rápidamente el mozo los lleva a una mesa para dos, de inmediato Abril se siente un poco aprensiva, desconociendo que le dirá el apuesto Alex. —Pide lo que quieras, Abril, allí tienes la carta. —Quiero bistec, con papas fritas y ensalada de vegetales, por favor. —¡Muy ligero! —exclama Alex con ironía, esbozando una suave sonrisa. —Tengo la ventaja, que no engordo. —Sí, tienes un cuerpo increíble. —¡Por favor! —objeta a toda prisa. —No me puedo, andar disculpando cada vez que estoy contigo—refuta Alex también, ante lo aprensiva que es ella. —Entonces bájele el contenido a sus palabras. —Eres muy áspera, Abril. Eres muy dura con