Prontamente el pánico se apodera de Alex y comienza a pensar en las duras palabras de Abril, intuye que con lo terca que es, jamás lo perdonará por no hablarle con la verdad. Toda esta experiencia se muestra insoportable para él y el repentino sacudón lo desconcierta, por lo que huye velozmente a buscar a Zeus a la aldea. Mientras tanto, en la Aldea. —Le conté a mi hijo la verdad de su origen—le dice Zeus a Rodolf. —¿Cómo reaccionó? —Con mucha confusión, pero en el fondo no me juzgó con severidad. —¿Qué sigue ahora, Zeus? —Estoy seguro de que Alex, vendrá de nuevo a buscarme. Se siente acorralado, porque pronto será padre. —¡Pobre muchacho! —Prepara a los demás, tenemos que ir a ver, que es lo que quieren lo del bosque vecino. —Según tienen nuevo líder. —Son solo estupideces con