La misma noche Washington Alex Siempre fui escéptico a ese sentimiento llamado amor, ni siquiera creía que existía, más bien pensaba que era una disculpa, un invento de las mujeres, una ilusión que te venden las películas, pero estuve equivocado todo el tiempo, pues estoy conociéndolo para mí asombro con una mujer que rompió todas mis expectativas. Leila con su rebeldía, con su rechazo me conquistó. Sí, lo hizo, porque sin darme cuenta me sorprendió entrando en mi vida de una forma extraña y ahora me pierdo en sus ojos marrones, me tiene atrapado siendo su esclavo, dejándome de cuestionar lo que siento por ella, sobre todo me dejé arrastrar como el río viviendo sin pensar en lo que vendrá. A tal punto que estoy yendo a su paso, no significa que me conformo con un par de besos húmedos y