Pero Rogelio no se resigna, porque se descubrirá que está quebrado, así que va al templo y convence al Abate para que le entregue más de aquel vino llamado el elixir de los dioses --Necesito que me entregues más vino, requerimos recursos adicionales para algunos pueblos étnicos que están pasando hambre y tengo muchos pedidos de ese vino— --Sabes que no se puede abusar de su consumo, porque vuelve loco a quien lo bebe en exceso, como le pasó a Melquiades, es un regalo de la sagrada presencia, te voy a dar unas botellas, pero no abuses – dice el abate Al llegar a casa, guarda el vino en una bodega, donde solo él tiene la llave, luego se dirige a su mini bar --Tomaré el elixir de los dioses, para que la sagrada presencia me ilumine, que debo hacer con esta situación del consorcio – Busc