Reencuentro.

1279 Words
-Vaiolett sabes muy bien que nuestra relación en estos momentos no es la mejor- dijo mi padre. - Ya lo se, pero ya han pasado tres años que no lo vemos, no creen que ya es el momento de que hagan las paces- digo. - Créeme Vaiolett que desde el día que salió por esa puerta, no hemos echo otra cosa que tratar de arreglar las cosas con el, pero ya lo conoces siempre fue alguien rencoroso- decía mi madre. -No contesta los mensajes ni las llamadas o acaso a ti te ha respondido los mensajes que les has mandado- dijo mi padre. - No tampoco a mi me responde pero acaso eso no es preocupante y si le ocurrió algo- digo. - No te preocupes Vaiolett, el esta bien hemos seguidos de cerca sus pasos- contestaba mi madre. - Sabemos con quien se está alojando y esa persona nos informa cada semana como esta- continuaba mi padre. - Entonces ya que saben con quien y donde esta podríamos pasar por el y celebrar todos juntos- digo emocionada. - No creo que nos quisiera acompañar, pero si es lo que quieres entonces hagamoslo- dijo mi madre. Emocionada subí apresuradamente las escaleras e ingrese a mi habitación para ir a alistarme, mi padre nos llevará a un restaurante muy conocido de la cuidad, por lo tanto tengo que vestirme de manera formal y no como siempre ya que suelo descuidar mi vestimenta. Resbusque por todo mi guarda ropa y solo tengo dos opciones, la primera es un vestido corto con encaje en la parte superior de un color vino tino y la segunda es un vestido brillante con dobladillo escalonado de un color n***o. Coloque ambos vestidos en la cama y me metí a bañar indecisa de cual de los dos vestidos llevaría, pero no era lo único que me preocupaba si no también la relación de mis padres con mi hermano, en estos tres años que dejo la casa no volvimos a cenar todos juntos y no estoy segura de que acepté nuestra invitación. Luego del baño, me dispongo a decidir cuál vestido llevaría, me quede mirando ambos vestidos sin poder decirme aún. -No sabes cual ponerte no es así?-dijo mi madre quien se encontraba en el umbral de mi puerta. - Es que los dos me parecen muy bonitos, pero como ya sabes no tengo conocimiento sobre moda y no se cual quedaría mejor para la ocasión-digo. -A ver, ponte primero el vestido corto y luego el otro para juzgar cual iría más para la ocasión-dijo mi madre. Procedi a colocarme el vestido corto y analicé mi reflejo en el espejo de cuerpo completo que estaba en una esquina de mi habitación, me observe desde varios angulos con el vestido puesto y me gustaba lo que veía, aunque me siento rara ya que no acostumbró a usar vestidos, soy más de esas que utiliza jeans. - Te ves muy bonita hija, te queda espectacular resalta tus bellos ojos y el color hace juego con tu cabello ondulado- decía mi madre. -Enserio lo dices- respondí incrédula. - Claro cariño, pero de igual manera quiero verte con la otra opción ya que casi nunca puedo verte usando un vestido- dijo nuevamente mi madre. -Bien también me probaré el otro vestido-digo. Salgo tímidamente del baño con la siguiente opción el cual era el vestido brillante con dobladillo escalonado de color n***o, me observe nuevamente en el espejo y no reconocía a la persona que se encontraba reflejada en el espejo. -Wow que hermosa te ves cariño, si quieres una recomendación deberías usar más a menudo algún que otro vestido, te quedan como anillo al dedo, sabes cariño aun no puedo creer cuanto has crecido y que ya te iras a la universidad- decía mi madre con los ojos llorosos y abrazándome por detrás. - Mamá no te pongas así, me harás llorar a mi también, sabes bien que vendré a visitarlos durante las vacaciones, además la universidad no queda tan lejos de aquí, podrían ir a visitarme- digo. Para ser exacto la universidad de McGill, esta situada en la cuidad de Montreal, en la provincia de Quebec en Canadá y mi familia reside a pocas horas de la misma. -Perdóname, es que me puse sentimental al ver que mi niña ya creció y dejara el nido solo es eso, cuando seas madre comprenderás cuan difícil es ver partir a tus hijos- decía mi madre sentimental. -Pero bueno no hagas caso a una madre sensible, es hora de resolver tu dilema con los vestidos, mi opinión profesional es que luces hermosa con ambos vestidos eso es indiscutible, pero debido a la ocasión y al lugar donde vamos me parece que el más adecuado es la primera opción y no me malinterpretes la segunda opción también es muy bonita, pero siento que no es la adecuada para la ocasión-dijo mi madre. -Comprendo perfectamente como te sientes, mamá y es por eso que siempre que pueda vendré de visita y sabes estoy de acuerdo contigo el vestido corto con encajes, me parece el indicado- digo. Mi madre me ayudó a ultimar detalles, como el maquillaje y el peinado, opté por un maquillaje sencillo casi natural y el peinado para no hacerlo complicado y solo semirecogi mi cabello a los lados. Es muy insual vestirme así, pero la ocasión lo amerita, mi admisión a la universidad, el contrato que firmo mi padre y por sobre todo volvere a ver a mi hermano después de tres años, espero que acepte la invitación. Partimos de casa con dirección, al lugar donde se alojaba mi hermano, luego de unos treinta minutos papá estaciona el vehículo en la entrada de un hotel que a simple vista tenía mala pinta, aún así decidimos ingresar al lugar, mi madre se acerca a preguntar al recepcionista, por mi hermano y la persona con quien comparte piso. - Buenas noches, disculpe quisiera saber en que habitación se encuentra Drake Campbell y su amigo Michael Greey- preguntaba mi madre. - Muy buenas noches, si aguarde un momento... su habitación es la trescientos cinco- dijo la recepcionista. -Gracias muy amable - dijo mi padre. Nos dirigimos hacia el ascensor, el cual se eleva luego de presionar el botón para subir, cuando llegamos frente a la puerta que tenia el número de habitación que nos dio la recepcionista, mis padres se veían nerviosos y al parecer no tenían prisa por llamar a la puerta, así que lo hago yo. TOC-TOC-TOC. - YA VOY!!- se oía detrás de la puerta. -Oh por fin la pizza llegó, pero esta vez no tendrás propina Barry, llegas quince minutos tarde- decía una voz familiar mientras se oía los cerrojos de la puerta abrirse. La puerta se abre finalmente y dejando ver la expresión confundida y sorprendida de Drake quien no había cambiado mucho estos tres años, sigue teniendo esas greñas que parecen un nido de pájaros y los mismos ojos grises y bajo esos ojos habían unas ojeras bien pronunciadas. - Hola ¿como has estado?- digo para romper la tensión que se sentía en el ambiente. -En serio es lo único que se te ocurre preguntar- decía Drake lo cual me puso nerviosa ya que mi pregunta lo hubiera echo enojar. Por unos minutos me quedé en silencio esperando que volviera a hablar y me regañara por la pregunta estúpida que le hice. -Vamos ven aquí y dame un abrazo mi pequeña Vilu- decía Drake abriendo los brazos invitándome a darle un abrazo. Con gran alivio, me limitó a abrazarlo y es en ese momento que me doy cuenta de cuanto lo extrañaba las lágrimas corrieron por mis mejillas.
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