Prólogo.
El retumar de la música se hace sentir en mi caja torácica así mismo mis tímpanos solo pueden oír el sonido de la música a todo volumen y mi cuerpo se deja llevar por el ritmo, moviendo mis caderas en un vaivén.
La fiesta esta en su apogeo acompañado de mucho alcohol de todo tipo, cerveza, Ron, Whisky, Volka, Vino y de muchas clases más, que ya e probado la mayoría y seguiré toda la noche.
Me dirijo a la barra a ordenar otra bebida y mientras el barman la preparaba, un apuesto joven se dirige hacia mi con la clara intención de ligar conmigo, durante el tiempo que le tomo llegar hasta la barra ya lo había examinado de pies a cabeza, era un joven apuesto y de altura considerable, moreno con el cabello semi recogido.
De un momento a otro ya nos encontrábamos bailando muy pegados y cabe resaltar que me encontraba con varias copas demás y una cosa llevo a la otra.
[Al día siguiente].
RIN-RIN-RIN( Alarma sonando).
- Que alguien apague es maldita cosa!!!- digo arrogando una almohada.
TOC-TOC-(tocan la puerta).
- Vaiolett despierta de una buena vez y apaga es maldita cosa que ya lleva una hora sonando- dijo Laila mi roomie y mi mejor amiga.
Con mucha pereza salgo de la cama y desactivo la alarma, me fije en mi reflejo en el espejo y me doy cuenta que no traigo ropa alguna, perezosamente me coloque una de mis batas de dormir y abrí la puerta y como era de esperarse Laila seguía ahí, sin mas ingresa al mi habitación, obviamente ya se lo que me espera.
- A que hora llegaste Vaiolett- pregunto Laila.
- No lo se como a las cuatro de la mañana, realmente no recuerdo bien- respondí.
- Y como crees que lo vas a recordar si llegaste muy ebria, lo más seguro que ni tu nombre te sabias- reprocho Laila.
- Esta bien lo lamento no volverá a pasar, ahora si me disculpas tengo que tomarme algo para está curda la cabeza me esta doliendo horrible- digo.
- Eso lo tengo que ver para creer, pero bueno, toma aquí tienes- dijo Laila pasándome unas tabletas para el dolor de cabeza.
Justo en ese momento algo se mueve de entre las sábanas y de entre ellas se asomó el hombre que conocí en la fiesta de anoche. Aquello asustó mucho a Laila.
- AHH!!!!¿Y este quien es?- dijo Laila asustada.
- Es alguien que conocí anoche y se llama Martín- digo.
- De eso ya me di cuenta Vaiolett, pero si no lo recuerdas ya habíamos hablado del tema, no puedes meter a desconocidos a nuestro departamento con este ya van tres en esta semana- dijo enojada Laila.
- Te juro que esta será la última- digo en modo de suplica.
- Ya no te creo Vaiolett, siempre es lo mismo contigo, acaso no entiendes el peligro en que no puedes meter, ya te pusiste a pensar que ese tipo podría ser no se un ladrón, un asesino en potencia o peor aún un violador- dijo Laila.
- Est..ee disculpen que interrumpa pero las estoy escuchando y en mi defensa no soy ningún maleante y ni mucho menos un violador- dijo aquel joven.
- Si me disculpas amigo no estoy hablando contigo- dijo Laila furiosa.
- No tienes porque hablarle así, no te ha echo nada fue culpa mía haberlo traído, pero como ya te dije ya no ocurría- digo.
- Pues sacalo de aquí, para continuar nuestra charla - dijo Laila.
- Desde luego Laila, este Martin serias tan amable de vestirte e irte para que pueda arreglar las cosas con mi amiga- digo amablemente.
- Mi nombre no es Martín, no me digas que no recuerdas mi nombre si te lo dije anoche- decía el hombre.
- Est...e, no claro que no se me olvido tu nombre, es Esteban-digo insegura.
- No ese tampoco es- respondía el hombre.
- Entonces Josef, ese debe ser- digo nuevamente.
- Sigues sin dar con el correcto- dijo el hombre enojado.
Acto seguido se levanta de la cama mostrando así sus atributos, lo cual tomó desprevenida a Laila quien lanzó unos gritos estridente por la sorpresa y como acto reflejo se cubrió los ojos con las manos.
El hombre se apresuró a recoger sus prendas del suelo e ingreso al baño para vestirse y unos segundos después se retiro del departamento dando un portazo.
- Ahora si hablaremos seriamente Vaiolett, no puede seguir así, entiende que solo me preocupo por ti, no quisiera despertar un día y ver tu foto en las noticias que fuiste asesinada brutalmente - dijo con preocupación Laila.
- Lo se Laila, se que te preocupas mucho por mi y estoy muy agradecida contigo por eso, es por eso que te prometo que será la última que traigo un hombre al departamento- digo.
- No es solo, el echo que traigas hombres al departamento Vaiolett, también es como estas manejando tu vida, no puedes irte de fiesta en fiesta tomando como si no hubiera un mañana, un día de estos podrías intoxicarte de tanto alcohol que consumes- decía Laila.
- Mmm(rascándose atrás de la cabeza)- Sabía que este día llegaría, que critiques mis forma de disfrutar mi juventud, sabes cuando nos volvimos amigas nos prometimos no criticar las decisiones de la otra si mal no recuerdo - digo un poco molesta.
- Eso es cuando dichas decisiones no pongan en riesgo nuestras vidas y desde mi punto de vista solo te envenenas cada vez que te embriagas, hasta ni siquiera poder recordar tu propio nombre-dijo Liala.
- Tu más que nadie sabe, que desde que nos conocemos e evitado mencionar tu estilo de diversión, solo me limitaba a dejarte en claro que dejaras de meter a hombres desconocidos al departamento, pero últimamente te estás pasando con tus salidas a esas fiestas cada vez son más seguidas y te recuerdo que seguimos en la universidad por lo que no puedes darte el lujo de irte de parranda todos los fines de semana -decía Laila.
- Ya te pareces a mi madre, dándome sermones por descuidar mis estudios, pero descuida te recuerdo que soy la que tiene las mejores notas de mi clase, por ese lado no debes preocuparte no estoy dejando de lado mis estudios, si es eso lo que te preocupa- digo mientras busco alguna prenda que ponerme.
- La razón de mi preocupación no es que repruebes las parciales, si no tu estado de salud y tu seguridad Vaiolett nada más mírate, tomate un segundo en examinarte, eres una chica muy bella, tienes unos ojos de un color miel intenso, una piel de porcelana un poco pálida eso si y esa melena ondulada con ese tono cobrizo oscuro, posees una belleza natural y no solo eres bella por fuera si no que también eres una excelente persona y es por eso que no quisiera que te sucediera nada, porque acaso tienes idea de a cuantas mujeres secuestran hoy en día, la trata de personas es real Vaiolett y no porque no salgan en las noticias cada semana significa que no exista, existen muchos casos de desaparición en todo el mundo y si sigues de fiesta en fiesta créeme que llamaras la atención de malas personas, solo estoy pidiéndote que te cuides más- dijo Laila.
- Baya gracias por esa descripción sobre mi persona, no tenia ni idea que te atraigo- dije en broma.
-Pero ya hablando enserio se que quieres protegerme Laila, pero no puedo ir por la vida como paranoica creyendo que todos los hombres son secuestradores, además se cuidarme- digo mientras me vestía con unos jeans negros rasgados y una blusa de tirantes color rosa.