—¿Vas a hablar o no?— Suspiré irritada. —Tengo cosas más importantes que hacer. Sacudió la cabeza como si saliera de un trance, carraspeó ligeramente y asintió. —Sí...—, balbuceó, mirando a su alrededor pero no directamente a mí. —Silvia me ha contado lo de la fiesta sorpresa que le vas a hacer a Gemma. Puse los ojos en blanco, molesta. Solo con mencionar su nombre, la sangre me empieza a hervir. —Sí, porque obviamente, no tiene padres que lo hagan por ella— forcé una sonrisa, ladeando la cabeza. Sé fuerte, Amara. Tú puedes. —B-bueno...—, volvió a tartamudear, metiendo las manos en los bolsillos de los pantalones y frunciendo los labios. Oh, Dios, qué ganas tengo de besarle. —Solo estamos celebrando la familia, ella...— respiró hondo —No tiene muchos amigos. —Sí, antes— le corregí, c