Durante toda la noche había recibido llamadas de Harold, cuando se cansó de tanto llamar me envió más de 100 mensajes disculpándose conmigo, tuve que silenciar mi celular para que me dejara dormir en paz. Al día siguiente me levanté un poco más temprano de lo normal, quería llegar mucho antes para no encontrarme ni por accidente a Harold.
Cuando entré a la empresa vi a lo lejos a Carolina esperando el elevador, aceleré mi paso para llegar a su lado.
-Buenos días – me recibió con una gran sonrisa.
- Buenos días – le devolví la sonrisa.
- Y… ¿Qué tal tu cita con Harold? – dijo subiendo y bajando las cejas, en ese momento las puertas del elevador se abrieron y ambas entramos - ¿Te llevó a cenar a un lugar muy romántico?
- Es un imbécil – dije haciendo que toda la emoción que antes hab
