Capitulo 2. La entrevista.

3289 Words
Cinco de la mañana, la alarma suena como de costumbre. Siento que he dormido por muchas horas y que mi cuerpo se ha recuperado de tanto estrés. Estiro mis extremidades, me levanto de manera automática y froto mis ojos. Al salir de la cama me dirijo al baño y me meto en la ducha, me aseguro de no mojar mi cabello ya que aún está limpio. Al terminar, me coloco una bata, Lolo me acompaña hasta la cocina y como toda mañana yo soy quien se encarga de preparar el desayuno. Cocino unos sándwich de queso, jamón y huevo. Hago café oscuro y un poco de jugo de naranja. Al tener todo listo, le sirvo comida para gatos a Lolo y me dispongo a desayunar. Al terminar, coloco dos sándwich para cada quien y los cubro. Regreso al baño y cepillo mis dientes. Una vez que termino, salgo y voy directo hacia el armario, me coloco mi ropa interior y comienzo a elegir la vestimenta del día de hoy. Ya que debo buscar un nuevo empleo, decido usar una camisa cuello alto y mangas largas, de color rosa pálido. Encima de ella usaría un overol azabache, largo hasta mis tobillos. La parte superior es ajustada en el escote hasta la cintura y el resto suelto y ligero. Estaba de oferta y me encanto tanto cuando lo vi que lo compre sin importar que luciera viejo. Me coloco unas botas negras que me cubren hasta unos centímetros bajo la rodilla y son de tacón medio alto. Analizo la forma en la qué podría llevar mi cabello marrón oscuro. Agradezco de que mis ondas no sean tan rebeldes y optó por llevarlo suelto. No tengo muchos accesorios, por lo que solo me coloco unos pequeños pendientes y mi reloj. Me aplico algo de perfume y me hago un maquillaje ligero. Como ya estoy lista para salir, tomo el dinero de mi liquidación y lo guardo en mi bolso. Salgo de mi habitación y puedo ver a mi familia desayunando juntos en nuestro pequeño comedor. —Vaya… Parece que tienes una cita, hermanita. —menciona Samuel al terminar de tomar su jugo. —Oye a mi no me engañas… Sé que esa es tu forma de decir que estoy hermosa, querido sami. —respondo, me acerco hasta él y revuelvo un poco su cabello. —Hey… No molestes. —dice Samuel, me quita la mano de inmediato, voltea su rostro a otra dirección y continúa comiendo. Voy directo hasta Sarah y le doy un pequeño beso en una de sus mejillas, las cuales están hinchadas debido a que está comiendo. Ella sonríe y sus ojos se achinan, dándome una tierna impresión. Me dirijo hacia mamá y le entrego un poco del dinero que tenía. Ella está un tanto confundida y puedo entender el porque. —Pero aún no es final de mes cariño. —Ella toma el dinero y me sigue observando—. Te ves muy hermosa hoy. ¿Vas a algún lado cariño? —Saldré con mis amigas. Ya sabes, por mi cumpleaños — «Detesto mentirle…» —Y el dinero se trata de un bono que recibí… Así que tranquila. —Ah… Entiendo. Por cierto, Emily llamo hace poco. Dijo que volverá a llamar mas tarde para poder hablar contigo. —Cielos… Mi quería hermana… Llamo ayer muy temprano mientras estaba en la oficina y por eso no pudimos hablar por mucho tiempo… Esperaré su llamada con ansias. En fin, ya me tengo que ir. —Le doy un beso a mamá en su frente y me despido de ellos—. ¡Los amo! ¡Nos vemos más tarde! —Me retiro y suspiro, ya que no quiero que mamá se dé cuenta de que fui despedida. Bajo las escaleras y emprendo mi camino a tomar el metro hasta Manhattan. Se hacen las siete de la mañana al salir de casa y algunas personas van en la misma dirección que yo, lo más seguro es que se dirijan a trabajar. Como no había cambiado los cassette, decido escuchar la radio por medio de mi walkman. Esta vez el tren está lleno y me toca ir de pie. La música se apodera de mí por un momento pero recuerdo lo tonta que había actuado anoche. Pienso que a mi edad, lo deseos son solo parte de los cuentos de hadas. No obstante, no me siento estúpida por desear algo que beneficiara a mi familia, sino por haber deseado conocer al hombre de ese bar. «A quien quiero engañar…» Once in your life you find her Someone that turns your heart around And next thing you know you're closing down the town Wake up and it's still with you Even though you left her way across town Wondering to yourself: Hey, what've I found No puedo mentirme a mí misma y fingir que no me sentiría encantada de volver a verlo, sin embargo, tampoco puedo dejar mi orgullo a un lado y no estoy dispuesta a ser la que se queda esperando por su atención si llego encontrarme con él. Por ello, me regaño y me obligo a sacarlo de mi mente. Sacudo sutilmente mi cabeza y respiro profundo para poder olvidar las sensaciones que ese hombre me causo, aunque aún siento absurda y patética. «Vamos… Tengo que mantener mi mantener mi mente ocupada en lo que es realmente importante. » Al salir de Grand Central y llegar a la gran manzana, me encamino hasta un café donde trabaja una amiga, para que me ayude a imprimir mi curricular. Al estar a una cuadra cerca guardo mi walkman y decido comprar un periódico, así podría informarme de algunas ofertas de trabajo. Al llegar al local me acerco a la caja registradora. Mi amiga está sacando cuentas y no se percata de mi presencia. —Buenos días, hermosa señorita. —hablo en un tono de voz muy suave y coqueto. —Bienvenido, estamos aquí para servi… ¡Eunice! —expresa ella y casi salta de la caja para abrazarme—. ¡Te he extrañado tanto! Oh cielos ayer fue tu cumpleaños… ¡Felicidades! Dios mírate… ¡Te ves hermosa! —N deja de envolverme en sus brazos y no se da cuenta de la clientela que tengo detrás de mí. —Ehh Kely… Tienes que atender a tus clientes. —menciono, ella me suelta y mira a las personas que esperan. Kely Bailey es una mujer de mi edad. Un poco más baja de mi estatura, delgada y de un tono de piel similar al mío. Ojos marrones, de cabello oscuro, rizado y corto hasta los hombros. Estudiamos juntas durante la secundaria y preparatoria. Estudiamos juntas en la universidad pero quedo embarazada de su ex novio, por lo que ahora se dedica a trabajar para poder criar a su hijo. —Oh… Lo lamento jeje… Quédate cerca Eunice. Bienvenido, estamos para servirle. —dice Kely, yo le sonrió y asiento, colocándome a un lado mientras ella atiende a un hombre—. ¿Oye donde has estado? Tu madre me llamo ayer para ir a la reunión pero salí muy tarde de este lugar y además mi pequeño David tenía un proyecto de la escuela con el que debía ayudarlo. —Ella termina de atender al sujeto y atiende a otro. Apoyo mis codos en la barra y dejo caer mi cuerpo. —Lo siento Kely, he estado muy ocupada y no he tenido mucho tiempo… —Suspiro y reposo mi barbilla en una de mis manos. —Cielos… Ese trabajo tuyo… No me gusta… Es que consume mucho de ti. —Descuida… Ya no volverá a suceder. Fui despedida ayer. —aclaro y recibo la mirada sorprendida de mi amiga. —No inventes… ¿En serio? —pregunta, yo afirmo con un movimiento de mi cabeza y ella se muestra indignada—. Pero que… ¡Infelices! ¡¿Cómo pueden hacerte eso?! Es decir… Ayer fue tu cumpleaños y además el aniversario de la muerte de tu padre… —Ella termina de atender a las personas que estaban allí y se acerca hacia mí—. En verdad lo siento amiga… Si hay algo que pueda hacerte por ti tu solo dímelo. —Bueno… En realidad necesito un pequeño favor. ¿Podrías ayudarme a imprimir mi curricular en la oficina de este lugar? Creo que en tu correo quedo un formato, solo habría que cambiarle algunas. —le comento lo que necesito y ella accede. —Por supuesto. Creo que si tengo el formato. Es una suerte de que recuerde la fecha cuando ingresaste a ese lugar. Espérame aquí ya regreso. Oh… —Ella me sirve un mocaccino junto con un pequeño pie de fresa—Este va por mi parte. —Sin dejar que me negara, Kely se retira y yo me resignada a tomar el detalle. Me quedo de pie en la barra y abro el periódico para buscar alguna vacante. —Mmmmm… Veamos que puede servirme… —Termino de comerme el pie y sigo tomando el café. Kely vuelve junto con un sobre después de unos instantes. —Aquí tienes. Te imprimí varios por si acaso. —Me lo entrega mientras sonríe y observa el periódico—. Oh déjame ayudarte a buscar… ¿Pero con exactitud qué puesto deseas hallar? —Quizás de asistente en alguna editorial… Aunque cualquier cosa me serviría. Kely golpea de forma sutil el periódico, logrando que ponga mi atención en ella. —No digas tonterías. Mereces un excelente lugar de trabajo... No permitiré que trabajes como conserje o algo parecido, sin ofender a las personas que viven de eso. —Hey tranquila… Necesito un empleo, Kely. Mamá cree que aún estoy trabajando en Sterling Publishers… Cuando consiga un nuevo empleo seré honesta con ella y así no tendrá que preocuparse por los gastos. —Eunice —llama y ella coloca sus manos en sus caderas, como suele hacer cuando quiere regañarme —, tienes que ser sincera, aunque no puedas encontrar trabajo hoy. —Kely… —murmuro y quisiera llevarle la contraria pero sé que ella está en lo correcto—. Tienes razón… Hablare con mamá cuando llegue a casa, así que tranquila. —Esa es mi amiga. Ahora, busquemos alguna vacante decente. Ambas llevamos nuestra atención al diario. No hay mucho que sirva. Trabajos de medio tiempo, asistente de cocina, recepcionista, niñera. Siento que estoy por darme por vencida pero distingo a uno de los anuncios desparecer de repente, dejando un espacio en blanco. « Mierda… ¿Qué carajo fue eso? » —Demonios… ¿Vi-viste eso Kely? —pregunto y no estoy segura si la vista me falla o estoy volviéndome loca, pero Kely podría ayudarme a confirmar si estoy en lo cierto. — ¿Qué sucede? ¿De qué hablas Eunice? —Kely dirige su atención hacia mí y me doy cuenta de que ella estaba observando otro lado del papel. —De-del anuncio… Despareció… ¡El que estaba justo aquí! ¡Ahora solo está en blanco! —Señalo con mi dedo índice el lugar. Kely dirige su mirada al sitio, suspira y luego se digna a verme. —Eunice… ¿Acaso estas delirando? No hay ningún espacio en blanco… ¡Justo aquí hay un anuncio! —Kely toca con su dedo en el mismo lugar. — ¡Pero cómo crees! Si acaba de… —Me detengo y observo que Kely está en lo cierto. Juntas vemos el anuncio y lograr llamar nuestra atención. — ¡Cielos Eunice! Este tiene una buena vacante en una editorial. —Ella me quita el periódico y comienza a leerlo—. Es a tiempo completo y ofrece buena paga, siendo… ¡Asistente del director! ¡Esto es para ti! Eunice, tienes que ir ya. Me siento asombrada y por eso le quito le periódico, para poder ver muy bien el aviso. —Tienes razón… Podría tomar un taxi y llegar en poco tiempo… Qué raro, jamás había escuchado de esta empresa. — ¿Y?… ¿Qué esperas? No pierdes nada con intentarlo. ¡Así que prepárate y da lo mejor de ti! —Kely me anima y sonrie de manera amplia. Yo me encuentro muy sorprendida, pero es una oportunidad que no estoy dispuesta a dejar pasar. —Mmmm… ¡Tienes razón! —Le sonrió, tomo mi bolso y termino de tomar el café—. Gracias Kely, por mi curricular y los bocadillos. Vendré más tarde a verte. ¿De acuerdo? —No te preocupes amiga. Ahora ve y no me decepciones. Ten mucha suerte. —Ambas reímos una vez más y ella se despide de mi. Yo salgo y comienzo a macharme. Estoy muy ansiosa y tomo el primer taxi que veo. —Buenos días. A la calle cuarenta y dos con Time Square, por favor. —solicito, pienso que no es momento para cubrir mis oídos y escuchar música, no obstante, el conductor lleva encendida la radio. Aunque quiero llegar a tiempo, también estoy muy nerviosa. Tengo que causar una buena impresión y debo encontrar la forma de lograrlo. Confió en mis habilidades y por eso no habría que olvidar la seguridad que he adquirido durante mucho tiempo. Es por ello que no está en mis planes dejarme llevar por el miedo y la timidez. And I'm not the kind that likes to tell you Just what you want me to You're not the kind that needs to tell me About the birds and the bees En cuanto el taxi avanza, me dejo llevar por el camino, sumergiéndome en mis pensamientos. « —Muy bien Eunice… Escucha con atención mi ángel. Debes estudiar con mucha dedicación, es algo esencial para lograr tus objetivos. Y recuerda, mientras más conocimiento vayas adquiriendo, mayor será tu seguridad, ya que sabrás por donde debes tomar tu camino. » «Gracias por habérmelo dicho, papá. » Comienzo a sentirme muy tranquila y contenta de ver la ciudad, mientras pienso en mi padre y en todos los obstáculos que supere gracias a su ayuda. No había sido fácil para él y mamá darme una buena educación y yo estaba consciente de eso. Trate de mantenerme siempre con buenas calificaciones y de ser muy obediente. Por supuesto eso me trajo algunos problemas con algunos compañeros de clase, pero jamás deje que esas circunstancias me desanimaran. Siempre he estado agradecida de todos los amigos que hice, de los que se quedaron y de las personas que me apoyaron en ese entonces. Kely ha sido una de esas personas y espero que lo siga siendo por muchos años. —Señorita, ya hemos llegado. —anuncia el taxista, me saca de mis pensamientos y yo le entrego el dinero para pagarle. —Muchas gracias. Tenga un buen día. —Igualmente para usted señorita. Salgo del taxi y me dedico a buscar el edificio nombrado en el anuncio. «Publishes Big Apple… ¿Dónde podrá estar? » Aunque no he escuchado de él, mi búsqueda no tarda mucho, ya que puedo divisar el enorme edificio, el cual tiene el título de la empresa en su entrada. «Vaya… Es precioso… » No es muy alto pero parece una pequeña mezcla entre el New York Times y el Wall Street, sin embargo, este diseño me parece mucho más encantador y clásico, como sacado de un cuento gótico. Al subir las escaleras y llegar a la entrada, me encuentro con uno de los guardias que custodia el despacho y el mismo me detiene. —Buenos días señorita. Si no es mucha molestia… ¿Puedo saber a qué viene? —Buenos días. Vera… Vi el anuncio de la oferta de trabajo para esta compañía y quisiera presentarme para una entrevista. —Entiendo señorita… Pero primero tuvo que haber llamado al número del anuncio para programar una cita. «Debes estar bromeando… » Estoy a punto de insistirle pero una mujer se acerca a nosotros. De quizás unos treinta y tantos años. Un poco alta, tez blanca y es algo robusta. De cabello castaño y recogido en un moño. Lleva un vestido con manga corta y color marrón. Zapatos oscuros y de tacón bajo. —Roberth. Vengo personalmente a informarte, que cualquier persona que venga a una entrevista, hazla pasar de forma inmediata. No importa si no está en el programa. Por supuesto, no dejes de lado los protocolos de seguridad. « ¡Sí! Parece ser mi día de suerte. » —Disculpe —Alzo un poco mi mano y ella voltea a verme—. Yo vengo a presentarme por una entrevista. —Oh. Perfecto. Entonces sígueme. Doy mi consentimiento y de manera inmediata la sigo. Tomamos el elevador, estamos en silencio durante este momento y nos bajamos en el piso cuarenta y cinco. El lugar luce muy exclusivo y moderno. Cubículos muy bien ordenados y sus empleados llevan ropa semi formal. Salimos del ascensor y nos quedamos de pie por un momento. —He de suponer que trajiste tu hoja de vida. —menciona ella. —Así es. Deme un momento. —Saco una copia del sobre y se la entrego. Ella lo detalla por unos instantes y algo logra llamar su atención, haciéndola arquear su ceja. —Vaya, Sterling Publishers. Interesante. Muy bien, eso es suficiente como para que el director sea quien te entreviste. «Caray… ¿De verdad? » Estoy muy impresionada y contenta de que al menos puedo tener una buena referencia gracias a mi anterior trabajo. Avanzamos por el pasillo, hasta llegar a unas sillas detrás de unos cubículos. —Por favor, toma asiento y espera aquí. No tardaré mucho. —Ella me indica una de las sillas, se lleva mi curricular y yo me quedo a esperarla. Luego de dos minutos, sale y viene hacia mí—. Señorita Thompson, ya puede entrar. Le deseo buena suerte. —Me sonríe y se retira. Me parece una mujer muy agradable y le agradezco. «Muy bien Eunice, es tu momento. Ten seguridad y así no fallaras. » Camino hasta la puerta y entro al despacho. La oficina es bastante grande y sus ventanas van desde el piso al techo. Cerca de ellas se posiciona un escritorio muy amplio y moderno de color marrón intenso. Detrás del escritorio hay un enorme sillón color azabache. El piso es de madera barnizada. Las paredes de un color blanco perla, en una de ellas hay un estante de gran tamaño y repleto de libros. En la otra pared se encuentran unos cuadros, junto a ellos hay unos muebles color gris y blanco, acompañados con una pequeña mesa del mismo color. «Tiene un pequeño aspecto al siglo diecisiete…» Frente a las ventanas y dándome la espalda, se encuentra un hombre alto y de cabello n***o. Lleva un traje azul marino y las manos las tiene en sus bolsillos. Respiro profundo sin que él se dé cuenta y camino unos pasos adelante pero me detengo al ver que ese hombre se está volteando, dándome la cara. «Dios… Esto no puede ser cierto… » Mi corazón comienza a latir a toda marcha y mi cuerpo se siente con una temperatura elevada. Siento mucha sed y que la fuerza en mis piernas va cediendo. « ¿Acaso estoy soñando? » Me quedo totalmente paralizada al verlo. Él me mira por unos segundos, como si estuviese estudiándome y queriendo ver a través de mí. Luego decide acercarse, hasta que ambos quedamos frente a frente. —Es un placer conocerla, señorita Thompson. —dice, saca una mano de su bolsillo y la estrecha mientras se presenta. «Es él… ¿Pero cómo puede ser posible? El vocalista que vi en ese bar… De verdad es él… » —Soy el director y dueño de esta compañía, Johan Myers.
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