Maika
Entré a la habitación de Dunya, la van a dar de alta y quise traerle flores. Salimos del cuartel y les pedí que me trajeran. No pusieron trabas y Basil se mantuvo callado en el asiento. La clínica tiene una floristería y se me ocurrió ser amable. Dunya se ve acelerada mirando por encima del hombro y al verme se relaja. Está al frente de la camilla subiendo la cremallera de su abrigo. Sacó su cabello debajo del cuello y su rostro compite con el de Vilen en golpes. Salió del baño Edmon silbando y se detuvo abruptamente al mirarme.
—Me pediste que viniera porque no tenías a nadie —le reclamó a mi hermana, se ve molesto por mi presencia.
—Es la verdad, dudo que su visita sea con buenas intenciones —señaló mi regalo y me dio la espalda. Está guardando sus cosas en la mochila—. La evide
