—Otro hombre fuera del mercado —Evelina comentó y se lo debe tatuar en su cerebro porque este hombre oscuro es mío. Su boca ávida me lleva alto y como siempre es la que tiene el control. Vilen acaba el beso y sus labios recorren mi mejilla hasta llegar a mi lóbulo. Es que Vilen Petrov me desarma con esos gestos y su voz ronca me hace querer llorar de placer. —Chica arisca, eres exquisita toda receptiva para mí —me estremezco y abro los ojos volviendo a la realidad—. Te deseo penetrar lentamente y celebrar que has dado el paso de respetar tu templo —se detuvo y depositó un casto beso en mi lóbulo—. En cada estocada te darás cuenta de lo valiosa que eres en mi oscuridad —mis brazos lo aprietan por el cuello y mi corazón herido se infla. —Idiota, me encantaría ser testigo de como follas a