… Ha pasado una hora, me duele el trasero en esta silla dura y no me atrevía a preguntar por Vilen. En la sala silenciosa me encuentro realmente aburrida. La banda me mantiene entretenida y mentí descaradamente. Vi a la jefa ir hacia el cuarto de Vilen y no ha salido. El papá de Vilen ha salido del cuarto con la chica rellenita sosteniendo su antebrazo y al verme vienen hacia mí. Él había salido y dijo en voz alta para que yo escuchara que Vilen se había quedado dormido por un relajante muscular que le proporcionaron. Luego se fue hacia el cuarto con su mujer y bebé. La rubia se metió al cuarto por su Gigante y los vi salir efusivamente uno encima del otro. —Maika, debes estar adolorida en esa silla —se preocupa Leonid e ignoré las cuchillas que arroja su hija en mi dirección. —Papá,