… La puerta se cerró y mis rodillas se doblaron junto con el intenso sollozo. Me desplomé en el desorden. No creía que dolería tanto alejarme del hombre oscuro. Él no me ha soltado, sigo siendo su mujer y su persona. «Lo eres, Maika», tú mejor que nadie sabes la conexión entre los dos. Debes ir en busca de tu padre y si hay un Vilen en tu futuro, no hay nadie que lo pueda borrar. El celular me indicó una notificación y me arrastré hasta la mesita. Me limpié las lágrimas con el dorso de la mano. Al verificar estaba un mensaje de un número desconocido. Lo más seguro es Lev y lo abrí. ¿Decidiste? Recuerda que si vamos, son ocho horas, casi nueve de viaje hacia Peniki. (Respondí enseguida) Búscame, ahora, estoy dentro del viaje. Llego en veinte minutos!! No respondí, me puse en pie y cor