—Es el lado izquierdo. —Me planto en el medio del cruce tirando de su mano y Vilen se gira sobre su hombro—. He recordado, Lioña, me dio las indicaciones en broma y según él eran —rasco mi nuca—: En uno de los cuartos de invitados, lado izquierdo. —Empecemos —retrocede y me lleva por el lado izquierdo. —¿Los cuartos de invitados son muchos? —Bastantes —Vilen tararea y apunta a varias puertas, pero no se detiene—, aunque puedo deducir la indicada. —Mi hombre se detiene al final y observa las puertas que tenemos a nuestros costados—. Estas puertas quedan cerca de las habitaciones de los encargados del imperio y, por lo siguiente, poner a gente valiosa en su área es seguridad. —Las que pasaste… —Negativo, confía en mí —apunta con la barbilla hacia la puerta del lado derecho—, abre aquel