La Hummer está encendida y dentro del auto deslizo la ventanilla para seguir fumando. Lev en silencio, puso la mano en mi asiento y se enfoca en dar para atrás el vehículo. Me concentro en aspirar y recuesto la cabeza en el asiento. Pronto el silencio se acabará y me reclamará. El Dorado es orgulloso, no habla y se ha topado con otra peor. Suelto el aire e inhalo, conforme con el descanso que me ha cedido. ... El motor se apaga y abro los ojos para saber nuestro destino. Se detuvo en el restaurante que pasamos, el único del pueblo. El sitio es una caja cuadrada sosa. No tiene lujos, su color es crema y al frente se lee un cartón a mano: Vkusy (Gustitos). —No puedes tener hambre, el desayuno no se ha digerido —le peleo y Lev se baja del auto sin dedicarme una mirada—. Cretino, veremos c