La reina madre nos da la bienvenida con una gran sonrisa, primero abraza a Elliot y después voltea a verme – me alegra que estén de regreso, se fueron tan rápidamente el mes pasado que me preocupé, supongo que los recién casados quieren tiempo a solas y no me necesitan – bromea. Desde que llegué al palacio me pareció una mujer triste, había perdido a su esposo, dos de sus hijos estaban perdidos y el tercero actuaba de manera extraña, ella no sonreía, no usaba otro color que no fuera el luto y no bromeaba, ahora parece otra persona. – Majestad, estamos bien. – Sí lo estuvieran yo estaría viendo a mi nuera con una sonrisa de satisfacción, cariño, ¡no estás haciendo bien tu trabajo! No soy la única que se ruboriza, no puedo creer que la reina madre diga esas cosas – estoy bien, estoy sati