Al igual que todas las mañanas, la marquesa está molesta.
– Hay una diferencia clave entre las personas que nacen dentro de la nobleza y los plebeyos, la espalda – me empuja hacia el frente – los plebeyos miran hacia abajo cuando caminan, los nobles mantienen la frente en alto, la barbilla hacia arriba, la espalda recta y las manos sosteniendo un bolso o un abanico.
Esto es muy cansado.
– Caminarás por el pasillo hasta que llegue la hora de la cena.
– Marquesa, aún faltan cinco horas para la cena, mi señorita…
– ¡Tu señorita!, tiene otras prioridades y desaparece cuando se le antoja, debemos cubrir el tiempo perdido y practicar más exhaustivamente en anticipación a sus, ¡salidas!, ¿no le parece, señorita Argenta?
¡Ah! – sí, marquesa.
– Continúa, y alza la cabeza, mañana repetirás es
