ALEKSÉI —Sígueme y te explicaré todo lo que debes saber — Angelo guía, su voz baja y cautelosa, se voltea y vuelve a irse por el pasillo. Estoy a punto de perder los estribos, de mandarlo todo a la mierda, sacar mi arma y lograr que Angelo tenga un boleto directo al infierno, pero entonces siento una mano en mi mejilla y Xander dulcemente mueve mi rostro hacia él para que lo mire. Sus ojos siguen cristalinos y están un poco rojos por haber llorado, aun así, se ve hermoso. Niega levemente con la cabeza y se inclina hacia arriba para dejar un beso tan delicado sobre mis labios que apenas y se sintió como un roce. Debe haberse dado cuenta que estaba a segundos de explotar a través de la repentina tensión en mi cuerpo. Mi respiración es temblorosa para el momento en el que se separa de mí.