Al haber llegado a la habitación principal se dirigió a otra puerta que también se encontraba allí. Mientras volvía observaba con mayor detenimiento su habitación, aprovechando que se encontraba iluminada como la noche anterior. De pronto su encantadora voz me saco de la contemplación en la que estaba sumergida. Me indicaba que aplicara su tratamiento, el cual había colocado en un buros asi como guantes, jeringas y lo necesario para el procedimiento. No entendía, si ya no deseaba aplicarse la medicación para que me indicaba que lo hiciera. Por ello ante esa interrogante quise pronunciarme al respecto. —Amo, si no desea que continué colocando su tratamiento ¿para que seguir aplicándolo? —No pregunte, ya entenderá porque lo hago—apenas dijo esas palabras la puerta de la habitación se