Anne y Teodoro habían estado trabajando incansablemente en los preparativos para el gran día. La noche antes del lanzamiento y la firma del libro, la emoción y el nerviosismo se palpaban en el aire. Teodoro estaba particularmente emocionado por presentar a Anne a sus padres, un evento que había postergado hasta ahora. Para Teodoro, esta presentación era mucho más que una simple formalidad. Era un hito significativo en su relación con Anne, una señal de cuánto había llegado a significar para él. Sentía una mezcla de orgullo y anticipación, deseando que sus padres viesen a Anne con los mismos ojos de admiración y amor con los que él la veía cada día. En la oficina de Teodoro, la decoración era elegante pero acogedora, un reflejo perfecto de su personalidad. Mientras Anne arreglaba los últi