En una tarde soleada, Anne y Sara decidieron reunirse en la cafetería de siempre. Sin embargo, lo que prometía ser un encuentro casual se convirtió en un momento de angustia y ansiedad cuando se encontraron con una sorpresa inesperada: Fernando estaba trabajando en la misma cafetería.
Anne sintió un escalofrío recorrer su espalda al ver a Fernando detrás del mostrador. La presencia de su acosador desató una oleada de emociones encontradas en su interior, desde el miedo hasta la ira. Sin embargo, se esforzó por mantener la compostura frente a Sara, quien notó de inmediato la tensión en el ambiente.
Fernando observó con sorpresa y remordimiento cómo Anne entraba en la cafetería. Por un momento, su corazón se aceleró, sintiendo una mezcla de emociones difíciles de descifrar. La sorpresa ini
