Mientras las páginas del libro de Anne continuaban causando revuelo en las r************* y en la editorial, las ondas de choque alcanzaron a Fernando y Gloria de manera devastadora.
Fernando, al entrar en su oficina una mañana, notó un cambio en el ambiente. Sus compañeros lo miraban con desdén y susurraban entre ellos, creando una atmósfera de tensión palpable. Al llegar a su escritorio, encontró una carta de despido. El contenido del libro había revelado su identidad, la de Gloria y, por supuesto, la de Anne. La verdad que Anne había plasmado en su historia ahora tenía consecuencias tangibles y devastadoras para ellos.
“¿Qué es esto?” murmuró Fernando mientras leía la carta. Sentía que el suelo se hundía bajo sus pies. “No puede ser…”
El director de recursos humanos, un hombre robus
