El corazón de Anne latía con fuerza mientras sostenía el teléfono, preparándose para hacer la llamada que tanto temía. Se sentía abrumada por la culpa y la ansiedad por lo sucedido en la cena con Teodoro. Sabía que tenía que disculparse y explicarle la verdad, pero temía que él ya no quisiera trabajar con ella después de lo ocurrido. Además, la presencia de Teodoro en su vida, aunque solo fuera como un "enemigo" imaginario de Fernando, añadía una capa adicional de miedo y paranoia. Anne temía que Teodoro pudiera descubrir sus verdaderos sentimientos hacia Fernando y exponerla ante él. La idea de que Teodoro pudiera ser un aliado inadvertido de Fernando, aunque solo fuera en la mente de Anne, la llenaba de una ansiedad paralizante. Se sentía atrapada en un juego de traición y engaño, sin sa