—¡Uy, pero qué agresividad! —responde—. ¿Después de tantos años, así me recibes? Su sonrisa solo me revuelve el estómago del coraje. ¿Se puede tener tanto cinismo en esta vida? —Con permiso. —Carolina tuerce una sonrisa y se va a su habitación, dejándonos a solas. —¿Acaso qué esperabas después de lo que me hiciste, Gina? —le recrimino a la mujer frente a mí. Ella fue mi novia de secundaria hace más o menos unos cinco años; yo la quería mucho; duramos un año y terminamos cuando la descubrí engañándome con un tipo de dudosa reputación. Le dejé muy claro que no quería saber de ella nunca más. Por eso verla en mi departamento y, tan tarde, me desconcierta. —Fer, viajé hasta aquí porque mi vida sin ti es un infierno. No te imaginas cuánto te extraño. —Se acerca un poco más a mí—. Por favor
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books