El dolor de amarte

Capitulo 9

—¿Te gusta? Ninguna de mis mujeres a gozado de tal tratamiento considérate afortunado

—¿Me estas comparando con una mujer? Si te fijas bien, no tengo nada parecido a una, soy más grande que tú, tengo muchos músculos, mi “amigo” es grande no creo que yo sería la mujer en “nuestra relación”

—No podría compararte con una mujer Caesar, además no eres mi tipo. Tampoco me veo como tú “pareja” Me justa dar y no recibir

—Me reí de su respuesta, tal parece que encontré más que un aliado en Darren

—Dejándonos de bromas Caesar ¿Qué estás pensando hacer?

—Aun no lo defino, voy a tomarme las cosas con calma como tú lo dijiste, nada gano alterándome

—Por fin entendiste ¿Te ayudo en algo?

—No, ya me has ayudado bastante, hare trabajo remoto y te invitare a “relajarnos más tarde en tu club

—Me parece bien, entonces iré a trabajar “mi amor” le tire un beso volado, camine hacia la puerta riéndome del gesto de asco en la cara de Caesar

—Señor Ferrara, una persona de la empresa “EG” lo está esperando

— Gracias, lo recibiré en la sala de juntas, lléveme un café por favor

—Algo más señor Ferrara

—Si lléveme los documentos de “EG” necesito ponerme al día y saber en qué vamos a cooperar

—Me senté en la larga mesa de la sala de sesiones, a veces venir aquí me recuerda cuanto dolor, sudor y lágrimas me costó abrir esta empresa, con las trabas que los Córdoba me imponían para intentar mantenerme bajo su control

—Buen día señor Ferrara, me presento soy Annelise …………….

—Mira que sorpresa, te llamas Annelise, nos volvemos a ver mi “salvadora”

—Tú has sido el dueño de esta empresa, no creo que sea buena idea negociar contigo

—Sssss, eres cruel ¡me gusta!

—¿Al menos eres responsable con tu trabajo? Señor Ferrara

—Mi trabajo es la fuente de mi éxito, cuando me encuentro atareado trato de refrescarme o tomar un pequeño descanso y empezar de nuevo

—Cuando me encuentro contigo, no suelo verte tan serio como ahora, es una buena mascara para tus empleados, como dicen “Quien no te conoce que te compre”

—Señorita Hoffman debemos poner los puntos claros para no confundirnos, fuera de las instalaciones de mi empresa soy un puto perro en celo, que me cojo a quien me dé la gana, sin miramientos. Dentro de este templo, que es para mí fuente de inspiración puede venir la stripper más sensual y no se me despertara ni el pensamiento ya que estoy en mi trabajo

—Veo que separa muy bien su espacio trabajo/diversión

—Asi debe ser, tome asiento ¡No muerdo! Si no quiere claro esta

—Tiene razón, solo por usted podría ser una excepción a la regla, señor Ferrara

—Sería interesante, sin embargo, a esta hora pienso con mi cerebro, no con la cabeza que tengo en medio de las piernas

—Es usted muy directo señor Ferrara, eso me gusta

—Abrí la carpeta y empece a señalar los puntos que debe cambiar en su contrato. Señorita Hoffman ¿Está tomando apuntes?

—Mire con cautela al dueño de esos hermosos ojos color océano. No necesito tomar apuntes, le enseñe mi método de trabajo y se rio por mi ridícula forma de hacerlo

—Creo que su empresa le debería proveer materiales para lo que viene hacer señorita Hoffman

—No es que “mi empresa” no provea de materiales a sus empleados, simplemente nunca he tomado apuntes en mi vida

—Se cree autosuficiente, es bueno saberlo. Mi asistente llego con mi café y llevo un te con galletas a la dama. Estos temas deben suprimirse en el contrato, estan de mas

—Leí el contenido del contrato y fruncí el ceño, era una ridiculez ¿Quién había redactado el contrato de EG? Disculpe señor Ferrara puedo preguntarle algo

—Por su puesto

—¿Quién fue el que le ofreció este contrato?

—Mire directamente a esta mujer frente a mí. No tendría por qué contestarle esa pregunta, pero ya que es nueva en estos menesteres lo hare, el señor Olivo lo hizo, su padre en vida me dijo que lo enviare a él para negociar los pasos de la asociación

—¿Se da cuenta lo que significa este contrato para usted?

—¿Se da cuenta que aun no lee el contrato del todo y no sabe lo que mande a clausurar?

—Tome los papeles en mis manos y empece a chequear cada párrafo, mientras más leía estaba desenfocada por lo irrisorio que era. ME llevare el contrato y le traeré personalmente uno nuevo, disculpe las molestias que le causaron anteriormente los directivos, el próximo mes estaré enviando los nombres de la nueva terna de la junta directiva señor Ferrara

—Me parece bien, entiendo que los empleados quieran jalar provecho para ellos en ciertas ocasiones, ya que hacen el trabajo pesado, pero ese contrato era la desfachatez en pijama, solo una persona desvergonzada podría haberlo hecho y eso creo que usted ya lo sabe señorita Hoffman

— ¡Que, si lo sé! el que este aquí presente hoy es porque sabía que estaban haciendo contratos debajo de la mesa o tan descarados como el Olivo que ya no tiene ni una pizca de vergüenza en la cara

—Creo que nos vamos a entender muy bien señorita Hoffman, esperare con ansias el nuevo contrato

—No tendra quejas señor Ferrara, le aseguro que esta vez será bueno para las dos partes

—Eso espero, no me gusta perder dinero si a cambio no gano nada

—Le prometo que n será asi, me retiro señor Ferrara que tenga un buen día

—Deseo lo mismo para usted señorita Hoffman

—Camine a mi auto y mi celular sonó. Te dije que no me espiaras o mi plan no funcionara, el estúpido se ve a millas

—Es lo de menos ¿Lo conseguiste?

—Querida oscuridad, te recuerdo que Roma no se destruyó en un día, ten calma el rey caerá y todo su sequito lo seguirá

—Por tu bien, espero que sea asi Annelise

—Por tu bien deja de amenazarme, me está colmando la paciencia