El dolor de amarte

Capitulo 24

—No creas que no he pensado en matarlo con mis propias manos, el problema es que es de nuestra sangre y mi padre nos repudiaría aun estando en el infierno "hermanita"

—¡Imposible! No creo que tenga tiempo con todo lo que tiene que pagar Caesar, pero si tú lo dices yo te creo hermanito, ahora vámonos debemos regresar lo más pronto posible a Alemania o me volveré loca

—No podemos irnos Virginia, tengo asuntos pendientes, dije mirando a Dalia

—¿Porque no? ¿Qué te lo impide?

—No dije la verdadera razón, pero tampoco mentí ¿Cierto? Víctor esta aquí y esa es una de las razones, la otra es tengo que cuidar el preciado tesoro de mi amigo, mencione mirando a Dalia jugar en el jardín

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—Qué bueno que ya estés reaccionando, me parece que duermes mucho "Darren" al parecer se te pego la gran vida de vago que llevabas

— Uno se da sus lujos de vez en cuando, para eso tengo el dinero que me gane con mi propio esfuerzo, no como tu Víctor que vive y hace su fortuna a costilla de sus padres

—¡Ja! eso déjaselo para las niñas tontas que andan tras de ti, eres tan ambicioso y estas tras la fortuna de los Córdoba, como esas hienas que solo piensan en tu dinero ¿Porque crees que estas aquí? Tu hermosa familia nos pagó para eliminarte

—No me sorprende, los Córdoba están desesperados por mi fortuna ¿Sabías que están en la ruina Víctor? Se valen de mi para seguir a flote

—Eso es mentira, ellos nos previnieron de que te valdrías de cualquier medio para salir bien librado

—Te creí más inteligente Víctor "creo que me equivoque" Nimiedades, si fueras un poco más precavido y fueras inteligente como tu hermano Caesar sabrías que la tal "oscuridad" te está usando y que los Córdoba están haciendo lo mismo, tú y Annelise solo son piezas de ajedrez en este juego que ellos armaron

—Mientes Darren, nada de lo que me digas me hará cambiar de parecer. Señores hagan su trabajo, por favor que nuestro invitado se sienta "a gusto" no queremos que se lleve una mala impresión de nosotros

—Los golpes llovían por todas partes, mi cuerpo dolía por lugares que jamás pensé que sentiría dolor, pero aun sonreía, tenía una razón muy grande, mi Dalia, mi bella Dalia estaba a salvo y ellos no podrían tocarla

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—¡Dijiste que no lo lastimarías! ¡No cumpliste tu palabra! Yo no quería que esto pasara, tenías que entregarme a Córdoba, Ferrara solo era el boleto que me acercaba a él y ahora ya no tengo nada, ¡los Córdoba odian a Darren!

—Cálmate querida, tendrás tu venganza en su momento por ahora debes ayudarnos

—¿Porque debo hacerlo? El a mí no me ha hecho nada y como vez "oscuridad" los Córdoba lo quieren muerto ¿no obtendrás nada de esto? Solo causaras dolor a un inocente

—¡Nadie es inocente si tiene sangre de los Córdoba! Son unos perros mal nacidos que no merecen vivir, grite, grite tanto como no lo había hecho en años, al recordar mi dolor causado por esa gente

—Puedes hacer lo que te dé la gana, yo no ayudare más, no es mi problema

—Lastimosamente "Annelise" no puedes irte o retirarte tan fácilmente, abofetee su cara con fuerza haciéndola rodar por los suelos. Las cosas no son cuando o como tú quieras, son como yo te las diga ¿Entendiste?

—Limpie la sangre que corría por mi boca, mire a "oscuridad" no movió un dedo y dejo que ese maldito me maltratara a su antojo

—Pequeña Annelise, debes saber cuándo callar y cuando obedecer, Víctor hará que entiendas "tu lugar"

—Entendí que lo que había hecho, era hundirme en el barro más fangoso que existe, me cegó mi sed de venganza, cada cosa que me pase de ahora en adelante la tengo merecida "Amor porque tuviste que dejarme sola"

—Eres muy valiente, pero esto es solo el inicio no sabes de lo que puedo ser capaz, “oscuridad” ¿Hasta dónde puedo llegar?

—Cerré mis ojos y esperé la brutalidad de este psicópata

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— Sigo sin encontrarlo Caesar, esto me esta poniendo nervioso, conociendo a los enemigos de Darren deben haberlo sacado del país

—¡Maldito Víctor! Darren sabía lo que hacía, se usó de carnada para que no den con el paradero de Dalia, sin quererlo la puso en la mira de los Córdoba, esas hienas no descansaran hasta obtener las riquezas que deja Darren

—Estas en lo correcto y al mismo tiempo no, Darren no da puntada sin dedal, debemos esperar la sorpresa que nos tiene deparada, es lo único que podemos hacer

—Chicos la preciosa nena dice que tiene hambre y yo también así que pedí pizza, llegara en unos minutos paguen y nos la traen a la sala, el juego esta increíble y no queremos perder

—¿Algo más se le ofrece a la señorita Zimmerman?

— Por ahora no Caesar, dado sea el caso pondré mis exigencias y las de la niña en sus manos, por ahora estamos ocupadas

—¡No la aguanto! Es mi hermana y quiero estrangularla

—Tranquilo, es mujer y necesita crear espacios de ocio y también llamar la atención, es su faceta natural

—Por muy natural que sea Mathias, no lo soporto

—Te tocara hacerlo, la necesitamos distraída y cuidando de Dalia, el abogado de la empresa llamo, Darren le ha dado órdenes explicitas y viene hacia acá con cierta información y documentos importantes

—¿Porque viene acá? No debería hacerlo ¿Es de confianza?

—Darren confía mucho en esa persona, no te preocupes Caesar, debemos tener a las mujeres ocupadas, solo así podremos atender al abogado sin ninguna interrupción

—Asentí y algo me decía que la información que nos iba a dar el abogado no sería del todo grata o más bien sería sorprendente, aunque con Darren Ferrara no se sabe, la última palabra siempre la tiene el

—Llego Caesar, el abogado esta aquí

—Que pase, terminemos con este suspenso de una buena vez o no sé qué pasara

—¿Ya llegó la pizza?

—En ese momento el repartidor fue el primero en subir, les di la pizza y el refresco, la imagen tierna que desprendían era insuperable, eran dos niñas tiernas esperando su dulce, esto te lo cobrare Darren y con creces