Cuando llegaron a New York fueron a la mansión de Alexander, entraron con las risas y corriendo, los empleados sonreían viéndolo alegre a su ogro de jefe, acostumbrados a sus miradas muy serias y escucharlo reir era una gloria para todos. Dejaron el equipaje en la habitación y se fueron, Mijail comenzó a acomodar la ropa en el closet, Alexander se asomó para ver la luz de la luna, pensando en Rubí, ya quería verla y conocerla Cerraba sus ojos tratando de recordar su primera entrevista y luego de escuchar su voz por el celular, estaba sonriendo y Mijail se percató de eso al estar parado junto a Él, pero prefirió no comentar nada, regresó a seguir arreglando el closet Alexander se dio vuelta camino hacia la cama y dijo —Mijail, estoy con una curiosidad al Night Club llegó una chiquilla q