Durante los últimos tres días estuve recibiendo cada tarde la visita de Ana, me sentía bien poder desahogarme con alguien que realmente entendiera por lo que estaba pasando. No voy a negar que he sentido curiosidad por saber acerca del viaje de Cristian pero no he tenido noticias de él, ni siquiera sé cómo se encuentra, pero si yo no le he importado tampoco me importa él. Mientras estoy bajando las escaleras para ir por algo de cena, veo que Cristian está parado Justo en el primer nivel de la escalera. Bajo casi corriendo y me lanzó sobre él, ademas agrego un beso a sus labios, su rostro era de asombro, pero claro, yo también estaría asombrada y de hecho lo estoy, ¿Cómo no pude controlar mi impulso?. “¿Cómo has estado Helen?”, preguntó anonadado. “¡Muy bien!”, dije con timidez y vergü