A pesar de que lo intento me es imposible escapar de mis pensamientos, de aquellos recuerdos y remordimientos que me llenan profundamente. Ni siquiera la delicada música de Jazz que resuena por las bocinas del auto de Theon me ayuda a relajarme.
No me gusta sentirme así, me hubiese gustado tener un tiempo más de soledad en mi habitación compartida con Theon, pero este no me lo permitió. Según sus palabras, tenía que cumplir con mi deber como su princesa y es por eso que ahora estamos en la parte trasera de su auto mientras el chófer nos dirige a algún sitio que aún desconozco.
Cómo no tenía muchas ganas de hablar, simplemente suspiré y fui a arreglarme, así que cuando bajé, me sorprendí al darme cuenta que Theon se había encargado de la situación con mi madre. Tampoco me molesté en saber
