4. ¡¿Qué culpa tiene ella?!

1099 Words
Siempre es bueno confiar en nuestro instinto, ese sentimiento profundo que te dice que las cosas no están bien y que debes hacerte a un lado para que no te arrollen. Me hubiese gustado haber podido confiar en mi instinto, haber hecho caso de todo lo que me pedían mis tíos, así no estaría sufriendo las consecuencias de mis propias decisiones. ¿Por qué no confié en mi instinto? ¿Por qué me dejé llevar? […] — ¡Mamá! — Grito desesperadamente cuando entro a casa — ¡Mamá, ¿dónde estás?! ¡Mamá! Busco desesperada por todos los rincones de nuestro pequeño hogar, pero no encuentro nada. Realmente pensé que aquella llamada que recibí minutos atrás era una completa mentira: — ¿No te vas a comer eso? — Pregunta Jasper con una enorme sonrisa mientras me quita parte de la comida — Qué lástima, el pastel de chocolate está tan delicioso… Gracias por regalármelo, Saori… — ¡Oye, eso es mío! — Exclamo y sonrío mientras ambos tenemos una guerra para ver quién se queda con la comida del otro — ¡Dámelo! Jasper, estamos haciendo un desastre aquí… ¡Dame mi pastel! Entonces mi teléfono suena y detenemos nuestro juego, tomo mi teléfono y al ver un número desconocido frunzo el ceño. — ¿Hola? — Buenas tardes, ¿hablo con la señorita Saori Pierce? —Una voz fría y masculina me habla al otro lado de la línea y eso enciende mis alarmas. — Ehh... Sí, ella habla. — Respondo con desconfianza — ¿Quién es? — Habla con el oficial Park del departamento de policía del centro, le llamo para informarle que su madre, la señora Ianthe Pierce se encuentra recluida dentro de nuestras instalaciones. El tiempo se detiene de golpe y mi corazón comienza a repiquetear con fuerza. La respiración me falla y he comenzado a sudar a mares. — ¿Qué? ¿De qué está hablando? Ella no... — Le comunico a su madre, tiene dos minutos. — Me interrumpe y su voz desaparece. Escucho varias voces en la línea antes de poder oír su voz: — Saori... — Escuchar la voz estrangulada de mi madre me rompe el corazón. — Mamá, ¿qué pasó? ¿Por qué estás en...? — Cariño, escucha, yo no hice lo que dicen. — Comienza a hablar con desesperación y muy rápido — Ellos están haciendo todo esto. Ten cuidado, hija. — Mamá, no entiendo. — Murmuro — Voy para allá, espera un poco por favor. — Saori, ten cuidado. — Mamá me advierte de nuevo — Quieren hacerte daño, no te quedes sola. — Está bien, no lo haré. Ya voy, espera un poco. — Le digo y finalizo la llamada. Con rapidez tomo mi bolso y me despido de Jasper. Él quiso acompañarme a la estación de policía ya que estaba confundido por mi actitud, pero yo no lo dejé y me marché sin él. Con las manos temblándome busco mi teléfono dentro del bolso para poder llamar a mi tía, sé que ella tiene que ver en esto, pero una silueta en la entrada de mi hogar me detiene de mis acciones. Enojada, camino hacia ella, la miro mientras me dirige una sonrisa bastante aterradora. Mi tía está disfrutando de todo esto. — ¡¿Qué hicieron?! — Grito histérica — ¿Dónde está mi madre? — Estoy segura que el oficial Park ya ha hablado contigo. — Me dice victoriosa — La pregunta aquí es... ¿por qué no has ido con tu madre? — Yo... — Bajo la mirada avergonzada, realmente no pensé en lo que estaba haciendo — Pensé que se trataba de una broma para asustarme... No puedo creer que hayan sido capaces de enviar a mi madre a prisión. ¡¿Qué culpa tiene ella?! ¡No es mi culpa que mi abuela haya decidido dejarme todo a mí! ¿Por qué tienen que lastimarnos de esta manera? Solo la tengo a ella… Tía… — Te dije que te arrepentirías, Saori. — Dice. Sus penetrantes ojos negros intentan acabar conmigo — Deberías saber que cada decisión que tomes traerá una consecuencia, ya eres una persona adulta. Deberías tener mucho cuidado con las cosas que haces. Sin importar lo humillante que pueda ser esto, me acerco a mi tía y me arrodillo frente a ella, junto mis manos y empiezo a frotarlas implorando piedad. Las lágrimas comienzan a fluir por mis mejillas sin detenerse. — Por favor... Tía, te lo suplico, deja ir a mi madre... ¿Quieres el dinero? ¡Está bien! Tómalo todo, pero por favor... Mis suplicas se ven interrumpidas cuando ella comienza a reírse estruendosamente de mí. Sus largas carcajadas realmente dan miedo, lo que automáticamente hacen detener mis lágrimas y con mucha lentitud me levanto del suelo. Ella está disfrutando mi desgracia, eso era lo que quería, jamás me va a ayudar. — No, cariño... Así no funcionan las cosas. — Dice alejándose de mí y se comienza a ver en uno de los grandes espejos de la casa — De cualquier forma obtendremos la herencia de mi madre. Tu mamá será encarcelada por haber asesinado a mi madre y el testamento quedará nulo ya que abusaron de mi madre estando mal de su cabeza. La herencia la compartiré con mis hermanos, pero es mejor que dejárselo a una niña inmadura. — No pueden hacer eso... ¡Mamá no le hizo nada a mi abuela! — Grito de nuevo — No pueden ser tan crueles. — Cariño, el dinero hace posible todo. Finalmente pagarás en nombre de tu padre por habernos humillado. —Dice con una enorme sonrisa en sus labios y se dirige a la puerta, pero se detiene antes de marcharse y me mira de nuevo — Ah, será mejor que no hagas ninguna tontería, tengo a la policía de mi lado... Aunque si quieres hacerle compañía a tu madre, serás más que bienvenida. Se ríe una última vez y finalmente se va de mi casa, dejándome sola y con la cabeza gacha. Completamente derrotada. — Te juro, tía que no se saldrán con la suya. — Murmuro para mí misma después de un rato — Tienes razón en algo y es que siempre debemos tener cuidado con las personas a las que lastimamos en nuestro día a día… ¿Quién sabe y mañana se te pueda devolver? Estoy muy enojada. Una cosa es meterse conmigo, eso no me importa, pero mamá... Mi mamá es otra cosa. Yarah Pierce, algún días nos volveremos a ver y juro que la situación será diferente.
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