"Ya no por favor..."
"Por favor, no puedo soportarlo más..."
Ruego clemencia a mis verdugos quienes sostienen con demasiada fuerza mi cabello mojado y ensangrentado, provocando que mi agonia y dolor se multiplique por mil, pero en vez de recibir un poco de consideracion me sueltan al mismo tiempo, mi trasero lastimado se estrella contra el pavimento mojado.
Debido a que mis manos estan atadas no tengo forma de amortiguar mi dolorosa caida por lo que emito un profundo y agudo grito de dolor, provocando la histerica y burlona risa de los dos hombres.
-Adoro escucharte gritar de dolor, es el sonido mas bello que jamas he escuchado, perra-
Declara el musculoso, alto, tatuado y peligroso hombre quien me mira con una mezcla de asco, odio e insana satisfaccion mientras se agacha lentamente para seguir torturandome.
-Sabias que no debias meterme en mis asuntos-
Me dice mientras aprieta con su gran mano rasposa mi magullada cara.
-Y aun asi interveniste en ellos y por tu estupida intromision pagaras por tu vida-
La gran bofetada que me propina me hace escupir sangre antes de golpear el suelo con mi costado y entonces escucho que corta cartucho y acerca el frio cañon de su arma a mi mejilla.
-Di tus ultimas palabras-
Sentencia con grave voz el hombre al que una vez ame con locura y pasion desenfrenada.
"Lo siento..."
Susurro llena de arrepentimiento mientras dejo salir mi triste llanto, pero nada de lo que diga o haga podra conmover a este hombre quien no conoce el significado de la palabra piedad.
-Lo sentiras mas en el infierno, perra estupida-
El repentino estallido, seguido del mordisco en mi cuerpo me deja inconsciente en el suelo, lo unico que logro escuchar mientras caigo desfallecida son las risotadas burlonas de quien hace unos años fueran mi marido y mi cuñado.
No se cuanto tiempo paso, asi como tampoco tengo forma de saber quien me salvo, pero cuando recupero la conciencia me encuentro recostada en una solitaria cama en una habitacion semi oscura y silenciosa.
Terriblemente silenciosa hasta que unos pasos a la distancia me ponen en alerta.
Mi fallido instinto de supervivencia se alerta en esta ocasion pues no se porque tengo la sospecha de que ese bastardo sin sentimientos arrastro mi cuerpo golpeado para que uno de sus corruptos doctores me curara para que de nuevo, pudiera torturarme como lo hizo antes.
Mi ritmo cardiaco se descontrola, mi mente trata de procesar donde estoy mientras mis ojos tratan de buscar algo con lo que pueda defenderme de mi posible atacante, pero me doy cuenta que estoy en una habitacion casi vacia.
Ademas estoy conectada a cientos de aparatos y un respirador que trato de apartar de mi boca, pero me doy cuenta que no tengo la fuerza suficiente para hacerlo o levantarme para correr y esconderme.
-No luches, no te alteres, es malo para tu recuperacion-
Indica la masculina voz mientras a la habitacion un hombre de edad vestido con bata blanca de medico, cuando logro verle la cara mi sorpresa se vuelve mayuscula!
"Usted..."
Mi voz falla cuando intento seguir hablando pues mi garganta arde como el infierno mismo.
-Si, soy yo, es bueno saber que puedes reconocerme porque no perdiste la memoria en tu ataque-
Declara el hombre quien comienza a revisar uno por uno los aparatos que se encuentran a mi alrededor.
"Porque..?"
Cuestiono desesperanzada porque crei que mi triste e inservible vida habia terminado, de forma dolorosa y cruel, pero habia terminado y por fin me iria al cielo, librandome de esta miserable existencia a la que me condenaron mis padres.
-Porque mereces algo mejor, por eso te salve-
-Porque tu marido merece un escarmiento...-
Su semblante se transforma, sus ojos se notan oscuros y siniestros cuando se encuentra tan cerca de mi.
-Porque nos traiciono a los dos y eso no puede quedar impune, por eso te traje aqui, por eso te revivi, por eso te he estado cuidando desde que supe donde te dejo tirada, creyendo que habias muerto por el disparo-
Entonces todos los crudos e insoportablemente dolorosos recuerdos de mi agonia en manos de quienes fueran mi esposo y cuñado vuelven a mi mente como una avalancha.
-Y ahora que por fin haz despertado y que estas recuperandote lentamente, es momento de comenzar con el proceso final del experimento-
Concluye el hombre que una vez fue mi medico personal y socio del cabron que fingio amarme para desposarme y luego casi acabar con mi vida.
"No..."
Suplico clemencia pues no quiero seguir viviendo, no quiero seguir sufriendo mas y mucho menos ser el conejillo de indias de los inmorales experimentos de este maldito medico!
-Cuando termine todo, me agradeceras por lo que te hice-
No puedo luchar por contradecirlo de algun modo, no puedo quejarme ni poner resistencia pues de nuevo me sumerjo en un sueño tan oscuro y profundo que me proporciona tanta paz que me niego a despertar.
-Es hora de volver a abrir los ojos-
La voz del medico de nuevo resuena en mis oidos y mis ojos comienzan a abrirse como si obedecieran su orden.
-Bienvenida de nuevo a la vida-
Me recibe con estas palabras el hombre quien ahora luce completamente diferente, al igual que la habitacion donde me encuentro.
-Eres mas fuerte de lo que creia, tu cuerpo resistio el proceso, eres mi mayor exito!-
Exclama fascinado el maldito loco que no deberia tener licencia para ejercer la medicina.
-Bueno, como te sientes?-
Cuestiona mientras toma asiento a mi lado en la orilla de la cama donde estoy recostada, me toma un tiempo procesar lo que esta ocurriendo a mi alrededor, en especial descrifrar donde demonios estoy.
"Pues..."
Inicio diciendo y cuando lo hago me sorprendo porque mi voz se escucha ligeramente distinta a la que tenia antes.
"Que me hiciste?"
Cuestiono porque ahora no siento dolor alguno en mi cuerpo, tampoco puedo ver heridas, quemaduras ni golpes que manchaban mi piel la cual ahora es mas clara a como era mi tono de piel original!
-Solo te hice unas mejoras que estoy seguro aprobaras en cuanto te mires al espejo-
Comenta con una sonrisa antes de levantarse de la cama y extender su mano, invitandome a ponerme de pie.
Dudo...
La ultima vez que camine sobre mis pies o pude levantarme por voluntad propia fue hace tanto tiempo que no si tenga la fuerza para hacerlo ahora.
-Vamos, se que podras hacerlo-
Insiste el medico por lo que extiendo mi mano para aferrarme a la suya, mis piernas obedecen al instante y tras apartar las frazadas que me cubrian, coloco mis pies desnudos sobre el suelo de madera el cual es calido y muy limpio.
Sin mucho animo trato de levantarme pero fracaso una vez, al segundo intento logro levantarme, mi sonrisa es gigantesca porque mis piernas pueden sostenerme!
-Te lo dije-
Comenta el medico quien suelta mi mano y se aleja un par de pasos.
-Trata de llegar a mi-
No creo poder!
Sin embargo miro mis pies, les ordeno que caminen, que se muevan despacio si es posible, pero que se muevan y entonces...
"PUEDO CAMINAR!"
Grito llena de felicidad mientras un feliz llanto cae de mis ojos y moja mis mejillas.
-Te dije que el procedimiento fue exitoso-
No se que mierda me hizo pero cuando llego hasta donde se encuentra lo abrazo con fuerza porque me devolvio la sobrevalorada capacidad de caminar por mi misma!
"Gracias."
Agradezco con voz temblorosa al hombre que una vez desprecie por sus inmundos e infames experimentos medicos, su semblante cambia despues de escucharme por lo que tras apartarme con rapidez puedo notar que su sonrisa franca ha desaparecido por completo.
-No hice esto por caridad o por ser buen samaritano-
De nuevo su semblante y voz son siniestros mientras me sostiene por los hombros, separandome de su lado.
-Hice esto porque eres la unica que conoce un poco al hijo de puta que nos tendio una trampa y eres la unica que lograra vengarse de los que nos hizo a los dos-
Sentencia este hombre quien se ve tan aterrador, arrogante y frio como era antes, cuando lo conoci.
"Vengarme?"
"De mi marido?"
Cuestiono porque no se como podria llevar a cabo una venganza cuando no tengo dinero, ni titulos, ni influencias, mucho menos apoyo de mi interesada familia, ni siquiera amigos tengo ya.
-Ya no es tu marido-
-Cuando te dio por muerta en el lugar donde te encontre, emitio un aviso de tu desaparicion, de eso ha pasado casi dos años, asi que para este momento tu legalmente estas muerta para él y para todos los que alguna vez te conocieron-
Me informa el galeno, deberia entristecerme por la noticia pero no, la verdad es que solo siento un alivio culposo.
"Entonces..."
Trato de cuestionar pero el hombre se aleja de mi para traer un espejo y entregarmelo, lo acepto y con miedo lo elevo hasta que puedo mirar mi rostro, el cual se que estara desfigurado por los golpes a puño limpio que aquellos cobardes me dieron pero...
"POR DIOS!"
El espejo cae al suelo, estrellandose en mil pedazos pues no puedo ser yo la mujer del reflejo!
***By Liliana Situ***