"¿Por qué no enciendes la luz?" Preguntó Jace mientras bajaba las escaleras a tientas. "¿Qué pasó?" La voz de Jace se escuchó de nuevo, como si estuviera preocupado por ella. La luz iluminaba solamente su rostro, el cual era particularmente horrible en la oscuridad. Nancy trató de calmarse, respiró hondo y se tranquilizó. "No pasa nada, solo me olvidé de encender las luces, porque pensé que regresaría rápido a la habitación". “Bueno, tú… ¡Ah!” Nancy quiso decir algo más, cuando Jace de repente se cayó rodando por las escaleras. Todo sucedió en un instante, y Nancy se quedó completamente helada. No fue hasta unos segundos después que volvió en sí y corrió hacia él. Jace estaba en el suelo ensangrentado e inmóvil como un c*****r. "Jace, Jace, despierta. ¿Estás bien?