Capítulo 16
Narra Lucas.
Normalmente devoro mi comida con una venganza, mi cuerpo exige proteínas por la frecuencia con la que visito el gimnasio y trabajo duro mi cuerpo. Pero esta noche sigo siendo distraído por mi mujer, cada una de sus peculiaridades fascinantes para mí, mirando a través de la mesa iluminada por velas mientras corta su bistec.
Ella se ríe, un sonido más hermoso que cualquier cosa que haya escuchado antes, provocando una cascada de alivio en mi interior. Ella se está riendo. Ella está aquí. Ella no se escapó como lo habría hecho cualquier persona razonable. Pero al diablo con ser razonable. Estábamos enamorados. Nos enamoramos en el momento en que nos vimos. Es tan simple como eso y me importa un carajo lo que diga el resto del mundo, si susurran que ella me quiere p
