Capítulo 5 Era viernes, el día estaba lluvioso. Me acerqué a la ventana a observar la lluvia caer. Respiré hondo, regresé a mi escritorio para seguir trabajando; sin embargo, no logre hacerlo, la ansiedad me estaba matando. Tomé mi celular y comencé a marcar el número de Charlotte. Luego de dos timbres ella contestó: —Hola ¿Quién es?— preguntó con esa dulce voz que la caracterizaba. —Soy Esteban, espero no interrumpirte . —Claro que no— dijo —. Me imagino que tu llamada es para que nos volvamos a ver ¿cierto? —Así es ¿Puedes ir a mi departamento está noche?—le pregunté. —Por supuesto, ahí estaré ¿Te parece a las siete? —Si, a esa hora está perfecto —respondí con una sonrisa que ella no pudo ver. —De acuerdo, te veré luego, cuídate—se despidió antes de cortar la llamada. Poco desp