Milagros.
Precentí que venir a esta discoteca era una mala idea y lo confirmé sobre todo después de la discusión con mí hermano en casa, él no me quita la vista de encima y esto no deja que me acerque a Lautaro, me sentía demasiada observada y temía dar un paso en falso, quizás no sospecharía nada, mas después de “arreglar nuestras diferencias”, pero no podía arriesgarme.
Es tan guapo, quiero besarlo, que nos tomemos de la mano y bailemos juntos, las chicas pasan y siempre miran hacia nuestra dirección, mí hermano y él siempre llamaron la atención, pero no me importa que miren a mí hermano, de eso que se encargue su novia, pero lo que sí realmente me molesta es que las chicas pasan y lo coman con la mirada, no sé qué cara pondré pero vi a muchas casi salir corriendo al verme.
—Basta —
