Lautaro.
No había salido de casa el fin de semana, el dolor de cabeza y el malestar tardaron en irse, me quedé en casa viendo una película con mí hermana, me extrañó que Liam no me haya llamado para salir el domingo, aunque tampoco yo lo hice.
No podía quitarme de la cabeza si lo vivido en la fiesta fue un sueño, una alucinación o realidad, el rostro de la colegiala se nubla cada vez que quiero recordarla, hasta trato en mis sueños ver su rostro, pero no logro visualizarla, y me siento fatal cuando el rostro de Mili se interpone.
Cuando el día de clases llega y voy a recoger a mis amigos en el lugar de siempre, no puedo mirar a ninguno directamente a los ojos, me siento culpable con ambos, pero debo preguntarle a Kevin si alguien estuvo conmigo en esa habitación.
Estacionó y descendemo
