Después de hablar por horas, decidimos pedir algo de comer, para poder seguir conversando sobre temas Universitarios, así como imaginarnos su vida en Europa. El verla ta feliz y relajada me recuerda a mi mejor amiga, no al fantasma que fue durante el último medio año. Mi celular sonó y mostró en pantalla una llamada de Sasha. Me disculpé con Rebeca y salí del cuarto para poder tomarla. - Hola Sasha, ¿todo bien? - ¿Cuándo se van a casar? – Fruncí el ceño, ya que ella estaba invitada a la boda. - Nos casamos mañana. ¿Dominic no te envío la invitación? - Pregunté desconcentrada. - Mierda – Murmuró. - ¿Qué pasó? - Nada, mañana nos vemos Melissa. Ten un hermoso día. - Sasha, ¿segura que está todo