Una vez afuera del salón, mi mirada se cruzó con la de Sasha, quien veía cómo todos se estaban movilizando para llevar al hospital a Dominic. Me acerqué a ella importándome muy poco el lodo que había debajo de mis pies. Una vez enfrente de ella, la agarré de los brazos con demasiada fuerza. - Tú sabías de esto – Señalé todo lo que estaba pasando - ¡Pudiste salvar a Dominic! - No – Negó – No podía salvarlo. Hoy se lo dije, le mencioné que podía aplazarlo, pero se negó a hacerlo. - ¡Por qué no me dijiste a mí! – Grité histérica - ¡Dominic se muere! Y eso – Me separé de ella, para poder señalarla – Es por tu culpa. ¡Toda tu maldita culpa! - ¡Yo le advertí! -Se acercó a mí – Le dije que podía irse contigo a algún lugar del mundo, pero