Secretaria para un millonario

El escuchar aquella voz siempre hace que sienta escalofríos. A pesar de llevar seis meses trabajando para Ashton Volkov, cada que lo escucho hablar sento un fogoso efecto causado por suave acento Alemán, era algo fuera de lo común al princio pense que dicho sentimiento que me hace sentir la voz de mi jefe sería pasajero y debería haberse desvanecido. Pero para mí sorpresa no es así –Señorita Allen–dijo. Su voz resonaba fuerte y clara a través del teléfono y me provoca un nudo en el estómago. Cada vez que habla conmigo siento nervios–, confío en que tenga todo preparado para esta noche—dice Examine el salón de baile desde el lugar en el que se encontraba, justo en los escalones de entrada. –Todo va tal como ustedes lo ordenó. Las mesas están puestas, se ha terminado la decoración y la lista de invitados está confirmada. –Tenía que comprobarlo, en especial después del incidente de la exposición de la colección de zafiros. Odio que me recuerde siempre esa exposición fue uno de mis primeros eventos y deje mucho que desear así que logró mantener la voz tranquila. Aquella era sólo una de las tantas ventajas de tener un jefe al que nunca veía cara cara. Siempre y cuando mantuviera mi voz serena, él no tiene por qué saber lo que realmente siento y eso lo agradezco. Estos meses he aprendido a controlar mis emociones y no ser tan expresiva con mi tono de voz. Tenerlo lejos le impide ver la tensión de mí rostro o de mi cuerpo y mucho menos el modo en que mis ojos expresan mi estado de ánimo. Aprete tanto mis puños que se me clavaron las suñas en las palmas de las manos al escuchar de nuevo que me reprocha lo de la última exposición. –Yo no diría exactamente que eso fue un incidente. La verdad se nos colo un pequeño grupo de personas en la fiesta y como era de esperarse consumieron unos platos y bebidas que no estaban destinados para ellos. Sin embargo, lo ocurrido se soluciono. Bueno un par de invitados debieron esperar un poco más por su cena especialmente unos veinte minutos, pero eso no supuso un grave inconveniente para nadie—Le digo La verdad pensé que mi jefe no se habría dado cuenta, pero estuve muy equivocada. Aquel fue uno de los eventos más importante del que me había ocupado para Volkov, el primer evento que había organizado desde que se mudó a Europa. Ashton Volkov jamás había asistido a ninguna de las pequeñas exposiciones de las que yo había ocupado aquí en Estados Unidos. Mi jefe dirige todos sus negocios desde Berlín. Por esa razón pensé que él no se había enterado de lo ocurrido de hecho en ocasiones, uno de sus socios Paulo, reservaba su solicitada presencia para los eventos más importantes, categoría a la que ciertamente pertenecía el evento que me ocupe en aquél momento. Su presencia iba a convertir aquel evento en una casa de locos y mis nervios estaban al tope, ya que por fin lo iba conocer en persona y evaluaría mi trabajo, además las personas si aparecía volvería el evento una locura. Muchas personas, tanto de la prensa como público en general, tratarían de acercarse a Ashton Volkov, era un hombre de negocios brillante, un hombre de negocios que se había hecho a sí mismo y que había logrado transformar una pequeña empresa en el taller de joyería que producía las joyas más deseadas del mundo entero. Mi jefe es casi una celebridad en el mundo de la élite. Como no era la clase de hombre que cortejara la atención de los medios, su éxito resultaba aún más fascinante para el público en general y para la prensa. Mi jefe es un hombre muy reservado y celoso con su vida, al no verse pavoneando como los hacen los demás ricos las personas quieren saber de él eh indigar en su vida. Recuerdo que en ese evento estuve muy nerviosa y a la espectativa. No se el por qué, pero solo el pensar en conocerlo me produce un nudo en el estómago. –Estoy seguro de que los que tuvieron que esperar para cenar no pensaron lo mismo –comentó él secamente. –El problema se produjo por la seguridad del evento, no por mi planificación. La seguridad de sus eventos no cae dentro de mi jurisdicción—Replicó, no es por excusarme, pero hay cosas en las que no tengo la poder de controlar. Una profunda carcajada resonó desde el otro lado de la línea telefónica. –Su crueldad resulta siempre inspiradora, señorita Allen —¿Crueldad?—Pregunto y no se me hace gracioso el comentario —Sí—Responde tajante Tengo que confesar que tal vez él tenga un poco de razón. Mi trabajo me encanta, pero me ha hecho ser un poco fría y aunque para algunos suene mal siento que es cierto. Sin embargo, amo y necesito mi trabajo. Aunque mi jefe Ashton a veces me hace querer mandarlo a la fregada mi pago es genial y sólo por eso no me voy. Mi jefe siempre espera la perfección. Por lo tanto, no estaba dispuesta a cargar con los errores que hubiera cometido otro. Ciertamente, no había conseguido un ascenso en Royal Gems cargando con los errores de los demás. –Bien, he hablado con Paulo sobre las medidas de seguridad para esta noche y no creo que vayamos a tener más problemas. Así que puedes dejar de preocuparte por eso. –Me alegra saberlo—Le confieso y añado –Acaso Usted esta tratando de irritarme a propósito ¿verdad?–preguntó,realmente molesta. Siempre trato de mantenerme tranquila y ser gentil con todo el mundo, pero Ashton Volkov y esa sensual y pecaminosa voz me turbaban más de lo que era capaz de soportar, más aún si quiere acqrrearme errores que no he cometido. Además, había algo sobre él… una razón más para alegrarse de que su relación laboral fuera a distancia. La verdad no quiero imaginar tenerlo cerca y que me hable sería una distracción muy grande para mí. –No crees que quizás te abría despedido inmediatamente en esa exposición si pensara que eres una incapaz, Penélope. Ciertamente no te habría ascendido y créeme que no trabajarlas para mí ni para nadie importante–dijo él. Al escuchar su nombre en labios de Penélope, el vello de todo mi cuerpo se puso depunta una vez más. –En ese caso, me tomaré mi nuevo puesto como un cumplido –replicó tratando de recuperar la compostura. Él tiene algo que me hace sentir así y es estúpido sentir esto tan sólo por su voz —¡Eres una pendeja!—Pienso mientras sigo atenta a él Desde hace mucho me había sentido.asi por alguien y menos desde que terminé con Arwen, pero no él me hacía sentir esto con su voz Había decido que ya ningún hombre se convirtiera en una distracción. Sólo quería enfocarme en mi vida, en mi profesión, sin mirar atrás para recordar la vida que tuve hace unos años donde un hombre me lastimó tanto que era la mujer más insegura, flagil y manipulable de todo el mundo. Por eso no quiero que Ashton Volkov y mucho menos su voz, destruyeran lo que tanto se había esforzado por crear. Una mujer segura de si misma y que no dejará que nadie se interponga entre sus metas de vida. Por eso creo que mi jefe tiene razón y soy cruel. –Sin embargo, para esta noche todo está perfectamente organizado –Redondo queriendo volver a centrar la conversación en el tema debido. No quiero distracciones –Me alegra saberlo. En ese momento, Penélope se dio cuenta de que ya no estaba escuchando la voz de Ashton Volkov solo a través del teléfono. Era más profunda, más rica… Tanto que me hace fantasear estar un lugar más privado y a la.aves haciendo que me sienta acalorada. —¡Joder Penélope deja de fantasear con tú jefe controlate!—Me llama la atención mi mente, pero es caso perdido. Me hace sentir cosas nuevas y hasta impensables Mientras trato de guardar la compostura en la llamada me soy vuelta y para mi sorpresa me encuentro cara a cara con un perfecto pecho que aunque está cubierto por una camisa y un saco a medida lo hace sobresalir a mi vista, es imposible dejar de verlo. Nada de lo que lo cubre es capaz de ocultar los perfectos y duros músculosque se hallaban debajo. Este hombre parece esculpido por angeles. Tragó saliva y, de repente, notó que tenía la garganta muy seca. Mis tiemblaban debido a la presencia de él. La sensual voz de su jefe se presentaba por fin con el cuerpo presente y es aún más guapo de lo que me había imaginado. Al verlo verificó que su voz lo describe perfectamente. Debo confesar que ya lo había visto en fotos, es imposible trabajar con alguien tan importante, que no haz tenido la oportunidad de verlo en persona y no indigar por las aguas turbias del internet en busca de información y por supuesto que lo he visto y sabía que era un hombre guapo, pero ahora que lo tengo en frente quiero confesar que es aún mejor en persona y que esas fotografías no le hacen justicia —¡Madre Mia! Ashton Volkov es un hombre alto, corpulento, fuerte, muy por encima del metro ochenta de estatura. Su rostro es arrebatador, un hombre muy guapo, sus cejas oscuras y bien definidas, mandíbula cuadrada con labios carnosos y una perfecta y bien cuidada barba, ojos castaños y una mirada sensual, pero, a la vez, completamente atrayentes. Es el hombre de mis sueños y siendo sinceras creo que de todas. Al tener enfrente a semejante semental mordí mis ropios labios como respuesta a aquel pensamiento. Entonces, en un momento de lucidez me cuenta de que se encontraba frente a su jefe, mirándolo como una idiota eh imaginando escenas inapropiadas. —¡Deja de mirarlo así! Completaré es el hombre que paga tú sueldo Penélope —Me recuerda mi conciencia así que trato de comprarme –Señor Volkov–Dije. El sonríe y recuerdo que aún tengo el teléfono en mi oreja, lo apartó de mi y lo devuelvo a su sitio ¡Mierda! Parezco una tonta – Yo… –Señorita Allen–Me saluda muy respetuoso y extiende su manos izquierda Al verlo hacer eso me siento como una tonta, pero a la vez agradezco que me recordara la manera manera de saludar y de que mi memoria refrescará como saludar de manera formal en esa situación. Esta sorpresa hizo que se olvidará todo, hasta como comportarme, no sabía que alguien podría a llegar a causar eso en mí. Levanto mi mano y estrechó la de él. Ashton me devolvió el gesto con un firme apretón, completamente masculino. Su piel era muy cálida… Suelto su mano y trató de mostrarme tranquila. Froto mis manos para olvidar la sensación de suavidad y calidez que sentí en sus manos Entonces, miró por encima del hombro en dirección al hermoso salón de baile. Todo estaba preparado a excepción de las joyas, que no se podían colocar en las vitrinas hasta pocos minutos antes de que empezara el evento y hasta que llegue todo el grupo de guardias de seguridad. –Espero que todo esté a su gusto señor—Le digo con seguridad. Debido a que realmente me preparé para este evento y no permitiré que nada quedará a medias. Si esto no sale tal como lo quiere él sentiré que fracasé y por eso exigí lo mejor en todo. –No está mal –replicó él Mientras él observa el salón desde mi oficina aprovecho para detallarlo un poco más –Espero que todo sea de su agrado y cumpla con sus estándares —Le digo un poco inquieta procurando descifrar si es de su agrado o no añado—Me gustaría que lo viera Él pasa al salón observa todo con mucho detenimiento —Creo que hasta ahora has hecho un gran trabajo —Me dice y sonríe. Es una sonrisa traviesa y eso me hace devolverle la sonrisa. Estoy luchando interiormente con el deseo de seguir contemplando esos sensuales y carnosos labios, pero para mí tranquilidad él da la vuelta y sale de mi oficina. Cuando lo veo salir me dejó caer sobre mi silla, dejo salir un suspiro y trató desesperadamente de recuperar el control. Si él no me hubiera sorprendido, no habría ocurrido nada de todo aquello. Si yo hubiera sabido que él se iba a presentar de aquel modo habría estado preparada y no me habría comportado de esa manera. Carajos quien en sus cinco sentido podría mantener la cordura viendo semejante hombre y si él no tuviera el aspecto de un Adonis no me habría comportado como una tonta. Ahora me siento mal por qué seguro se llevó una mala impresión de mí y no es que me importe como mujer sino que me importa por el tema laboral. «Recuerda que la última vez que nos dejamos impresionar por un hombre y que dejaste de pensar con el cerebro y lo hiciste con tú cuerpo terminamos mal» Me habla mi conciencia y tiene toda la razón no pienso permitir que eso me vuelva a ocurrir. Recupero mi dignidad justo a tiempo. Mi jefe regresa de chequear todo los detalles y me habla —Realmente pienso que todo está bien— –Me contenta escuchar eso—comentó. Y soy totalmente sincera es un alivio saber que hasta el momento todo cumple con sus espectativas. Me gustaría en este momento utilizar las llamadas telefónicas ya que así es mucho más fácil concentrarme en el trabajo y él no tendría que ver mi bochornoso comportamiento. –Trabajaste muy duro para mí–dijo él por fin. –Así es, se que a usted le gusta lo mejor–Le respondo ahora más segura sabiendo que todo le gustó. –Sabes siempre me he preguntado por qué haz decidido trabajar para ganarte la vida. Tú familia tiene suficiente dinero como para como para que vivas sin preocupaciones—Me pregunta Por supuesto, es obvio que él lo sabe todo sobre mi familia. Ya estoy acostumbrada a trabajar con hombres de dinero y siempre hacen sus averiguaciones no tendrán a cualquiera trabajando para ellos y menos haciéndose cargo de cosas importantes para su negocio sin conocerlos, así que su pregunta no me sorprende. Efectivamente, mi familia tiene mucho dinero, pero como nada es perfecto en la vida, hace años que no hablo con mis padres son la oveja negra de los Allen por ser una mujer libre llena de sueños que mis padres le parecían tonterías y por eso no me tenemos ningún contacto. Desde pequeña nunca sentí tener su apoyo en lo más mínimo y evidentemente, no lo iban a hacer cuando creciera. Jamás llegaría aceptar ni un solo penique de su hermano. Darle ya había hecho más que suficiente por mí. Se muy bien que mi hermano gustosamente se haría cargo de mi él reto de mi vida, pero en mis planes no está el ser una mantenida. Menos aún cuando se que él tiene ya una esposa e hijos que son su verdadera responsabilidad como para estar preocupándose por mí. De hecho siempre le estare agradecida por todo lo que él había hecho por mí. Darke se preocupa tanto por mí que cuando necesito ayuda es capaz de olvidarse de el mundo por ayudarme y llegar a donde esté, pero es algo que no me gusta aunque lo aprecio. No quiero aprovecharme jama del amor incondicional que él me tiene no soy ese tipo de personas. Así que prefiero ver por mí misma –La verdad trabajo porque quiero, me gusta saber que las cosas que puedo llegar a tener son por que las trabaje, me esforcé por ella. No me sentiría completa viviendo con lujos que fueron gracias al éxito de otros. Quería probar que puedo ganarme mi propia reputación. Este hecho se había convertido en algo especialmente importante después de que su reputación se hubiera visto destruida por una indiscreción de juventud, la cual fue un momento muy oscuro y que casi me quiebra en ese momento la prensa hizo público sin pudor alguno. Sin embargo, no sentía rencor hacia los medios de comunicación. Absolutamente todo lo que ocurrió había sido exclusivamente culpa mía y de mi inexperiencia. Ni siquiera podía atribuirle lo ocurrido a mí antiguo jefe, por mucho que le hubiera gustado hacerlo no lo hice. Lo único que me hizo seguir adelante fue el apoyo de mi hermano y que rápidamente todo quedó en el olvidó. Eso ocurrió gracias a otro escándalo había captado la atención de todos dejandome a un lado. Sin embargo, bien en cierto que eso llegó a ser olvidas por la prensa no ocurrió lo mismo en mi entorno, nadie lo había olvidado y me fue difícil levantar de nuevo reputación. –Lo haz logrado muy bien tanto que te haz vuelto una de mis mejores joyas ¿Cuántas personas han tratado de arrebatar tus servicios en los últimos meses? –Diez–respondo con voz seca y añado–No sabía que usted tuviera conocimiento de ese hecho. Ashton asintió con la cabeza él se comienza acerca a mí cada vez que da un paso más cerca siento un nudo en él estómago. –Me aseguro de saber lo que ocurre en mi empresa, en especial cuando alguien tratar de robarme a uno de mis principales trabajadores—Me dice y escuchar eso ciertamente me gusta –Los rechacé a todos. Me gusta el trabajo que hago para usted—Le aseguro Mi trabajo me permitía tomar parte en tareas creativas una de las cosas que más me gusta. Además, tengo a mi disposición un enorme presupuesto, viajes pagados, un descuento con los principales diseñadores de joyas de todo el mundo ninguna chica dejaría esos beneficios y por otro lado hasta hoy, nunca había tenido que tratar con él, bueno de manera presencial. Además, su trabajo le proporcionaba notoriedad. Cada evento que ella coordinaba terminaba reflejado en algunas de las revistas de más tirada del mundo. Sin duda alguna, era un trabajo de ensueño. Aunque hay momentos en el que me provoca aceptar la primera oferta que le hicieran y salir corriendo.