Los días pasaban muy pero muy rápido, habíamos tenido que dejar a Felipe en el hospital, mamá y William se turnaban para amanecer con él, mientras a mí no me dejaban. Tía Mei me había pedido el favor de que me ocupara de los trabajos que hacía Felipe mientras él no estuviera. Tío Francisco hacia los trabajos más pesados, pero yo prácticamente estaba todo el día en las caballerizas, el corral de cerdos y cuidar a Bernardo y Rocky que últimamente estaban un poco decaídos. Terminaba tan cansada que mamá prefería que descansara y no saliera de la granja, no por el momento mientras ayudara en las tareas de la granja. Ellos no venían con tan buenas noticias, una semana en el hospital y Felipe aún no recuperaba su memoria, William decía que se veía mejor, que ya hablaba más fluido, se leva
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