– ¿Qué mierda está pasando aquí? – dice bastante alto Diego cuando llega al lado de la muy alterada Verónica y sostiene su mano antes que pueda golpearme, cosa que permite que pueda relajarme soltando un suspiro. Es un completo alivio no tener que llegar a los golpes con ella, eso solo haría la escena el doble de vergonzosa. – Esta imbécil no solo se tira a Gabriel, sino que por su culpa hizo que me amonestara, está zorra no es más que una caza fortuna y no importa lo que le diga, tu hermano no quiere abrir los ojos – tira con veneno hacia mí a la vez que hala su mano del agarre del menor de los Nolan, que, en lugar de reír, como pensé que haría ante una insinuación de una relación entre su hermano y yo, parece mucho más serio que de costumbre. Cosa que honestamente agradezco. Este no e