Aleksanteri sentía su corazón latir lentamente, casi a punto de detenerse, eso lo forzaba a respirar pausadamente como si el aire no entrara en completa libertad a sus pulmones. Arrastrando lo llevaban a uno de los barcos.
Sintió el agua tocarle la espalda, entre varios lo sujetaron para que pudieran subirlo en una canoa en dirección al barco. Pero antes de subirlo, Aleksanteri pudo notar a una serpiente con rostro de mujer que se enrollaba al lado de la barca, los acompañó y volvió a las profundidades en cuanto a él lo treparon al barco. Lo llevaron a un lugar oscuro donde había provisiones y contra un poste de madera le colocaron grilletes.
Jamás habría imaginado que entre varios de los que limpiaban y apilaban las provisiones irían a juzgarle la vestimenta (también parecían ser escl
