bc

Estigma

book_age18+
793
FOLLOW
4.8K
READ
others
sex
badgirl
bxg
mystery
deity
demon
city
enimies to lovers
secrets
like
intro-logo
Blurb

Una deidad poderosa.

Un corazón maldito.

Un amor prohibido.

Cuando crees que nada podría ser peor, las enfermedades atacan.

Todo se ha vuelto una vertiginosa caída desde la muerte de mis padres, jamás he sido devota y mi suerte empeora a cada segundo, pero ¿Qué sucede cuando la verdad sale a flote?

Una deidad aparece para volverme creyente y muchas otras criaturas para volverme loca.

Una nueva profecía recae sobre mí, solo espero no se me escape de las manos o estaremos perdidos.

chap-preview
Free preview
Prólogo
“Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.” Apocalipsis 6, 1-2. ¡Maldita sea! De verdad ¿Tiene que pasarme esto a mí? A veces no logro comprender el grado de estupidez de algunas personas irresponsables. ¡Vamos Patrick! No seas tan duro con tu jodido hermano, el culo apretado es Howard, no tú, me repito en la cabeza una y otra vez; me encuentro recargado en la barandilla del balcón de mi habitación, doy una calada a mi cigarrillo mientras que con mi otra mano sostengo el vaso de wiski, a veces desearía que ocurriera cómo con los humanos, beber hasta perder la conciencia y amanecer con una fuerte resaca al día siguiente, pero no, tengo que conformarme con solo beber sin vivir esa parte de la experiencia. Tenía ya un tiempo sin sentirme tan frustrado, pero ¿Cómo es posible que Demian entregara el libro del destino? Nos enteramos de la jodida profecía cuando ya todo está cerca, cuando el destino de este mundo está por irse al carajo y todo porque se le ocurrió enamorarse. Suspiro, miro hacia el cielo nocturno de Nueva Orleans, hoy hace luna llena, es mi última noche aquí, mañana debo tomar un vuelo a Arizona, no puedo hacer uso de mis habilidades gracias a la jodida vida pública que decidimos adoptar; necesito centrarme en mi búsqueda y acabar con el problema de raíz, Howard y yo estamos solos en esto, los príncipes infernales están demasiado ocupados con sus dichosas vidas actuando como humanos y mis hermanos les siguen el paso. Acerco el vaso a mis labios, bebo un sorbo, el líquido ambarino quema mi garganta, pero necesito esto, aún recuerdo cuando fui condenado a esta miserable existencia, yo, el dueño de la nada, en un vacío absoluto sin que nadie me molestara y llega el jodidísimo “creador de todas las cosas” que aun siendo mi igual, me obligó a ser el representante de la enfermedad en el mundo, ser quien trae uno de los sufrimientos más grandes de la humanidad ¡Yo no se lo pedí! Yo estaba bien en el cosmos flotando y este cabrón se impone. —Imbécil, algún día me las pagarás —mascullo dando un último sorbo, dejo el vaso sobre la barandilla, siento como un escalofrío me recorre la columna, la inconfundible aura de mi hermano mayor se hace presente, suelto una pesada respiración y llevo de nueva cuenta el cigarrillo a mis labios dejando que la nicotina invada mi sistema, ventaja, no puedo morir, no puedo enfermar, así que el cáncer es algo a lo que no le temo, a decir verdad, no le temo a nada. —Hermano —saluda en voz serena, Howard siempre tan formal, extiendo mi mano indicándole un asiento en la esquina del balcón. —Deja las formalidades, Howard, siéntate de una buena vez y dame tu sermón —digo con desdén, él sonríe negando con su cabeza, puede ser un poquito aterrador cuando tiene ese gesto en su rostro, estamos hablando de un ser que la mayoría del tiempo no refleja sentimiento alguno, no entiendo cómo es capaz de conseguir chicas para follar siendo un culo apretado. —No vengo a sermonearte, Patrick —espeta tomando asiento, del bolsillo de su americana saca una cajetilla, le ofrezco mi encendedor, lo toma para inmediatamente encender uno de sus cigarrillos, da una calada arrojando el humo y en un movimiento mecánico, me entrega mi encendedor, el cual guardo de nueva cuenta en el bolsillo de mis vaqueros. —¿Entonces? —pregunto mirándolo fijamente. —Quiero saber que carajos planeas, tenemos lo de la profecía, lo sé, pero se supone que somos un equipo. —Se suponía, pero este juego ya solo cuenta con dos para jugar la partida, Howard, seamos realistas. Él solo niega con la cabeza, lleva el cigarrillo a sus labios, no entiendo su necesidad de usar esa marca barata, huele horrible y aseguro que a como huele, sabe, prefiero los mentolados. —Soy realista, tenemos a los hermanos infernales de nuestro lado, prácticamente son un ejército, además contamos con Will y Demian. —Howard… —suelto una pesada respiración—. Estamos solos en esto, nuestros hermanos tienen sus vidas, tienen familia, hijos que cuidar y los príncipes infernales también, además, ellos no pueden combatir esbirros. —Pueden combatirlos, más no matarlos, para eso estamos nosotros, pero debes entender que… —¡Si, si! —interrumpo agitando mi mano—. Ya lo sé, no estamos solos, ¡Joder! Créete ese discurso, Howard, ¿De cuándo acá te suavizaste tanto? —Parecieras no estar contento porque nuestros hermanos hayan logrado su propósito. —¿Estás insinuando que los envidio? —increpo arrojando mi cigarrillo al suelo, lo apago con mi zapato, quisiera que el que estuviera siendo pisoteado fuera este cabrón—. Yo no necesito una vida humana, Howard, Demian fue un irresponsable ¡Carajo! No podemos saber sobre nuestro destino. —Desde que Dominick se enamoró de Annie, el destino se fue a la mierda, Pat, solo podemos saber lo que pasa con los humanos, el resto de acontecimientos se jodieron, simplemente, el apocalipsis es incierto, la nueva profecía es algo que no estaba marcado en el libro, apareció de la nada por todos los cambios que se dieron, el creador nos engañó, no lo sabe todo, ni lo ve todo, ni lo puede todo y lo sabes. —Howard, hubiéramos tenido alguna ventaja si Demian no hubiera metido la pata, hasta tu mencionaste que hay un precio que pagar y para muestra aparece este nuevo anticristo. —Eso estaba fuera de nuestras manos, además, el nuevo anticristo que se menciona en la profecía no es tan poderoso como Agata, es una estigmatizada. —Pero es hija de un demonio, recuerda lo que decía, la hija de un maldito que procreó antes del tiempo de los príncipes infernales —aclaro, Howard se pasa una mano por el mentón. —No puede vivir esa criatura tanto tiempo sin ser detectada —afirma clavando sus penetrantes ojos negros en mí—. Significa que debe ser un poder sellado o la profecía está mal, un truco para intimidar, los demonios menores no pueden procrear. —¿Y si es un príncipe desterrado? Stolas, por ejemplo. —No pueden, Pat, pueden follar con mortales, pero no procrean a menos que tomen un cuerpo mortal y sabes que el resultado es engendrar un íncubo o súcubo según sea el caso —lo escucho atento, tiene razón, pueden tomar humanas para follar, pero para procrear es otra historia, aun así ya no sé qué esperar de todo esto. —Por la mañana tomaré un vuelo a Arizona, ya sabes, iré a Flagstaff —digo soltando una pesada respiración, presiono el puente de mi nariz entre mis dedos y trago en seco. —Pat… —deja su frase en suspenso, se pone de pie y camina hacia mí para luego dame una palmada sobre el hombro—. No estás solo, tú también deberías encontrar un propósito aquí. —Sabes que es imposible, para muchos soy demasiado arrogante, y prefiero que conserven esa percepción de mí, no quiero verme débil ante nadie, es muy arriesgado lo que nuestros hermanos y los príncipes infernales han hecho, entregarles sus almas a mujeres. —No son mujeres cualquiera, lo sabes, pero deberías de bajarte de tu jodida nube y fluir. —No me digas lo que debo hacer, Howard, iré a Flagstaff, encontraré a la puta estigmatizada y la mataré con mis propias manos, te traeré su jodida cabeza en bandeja de plata, incluso, quizás me divierta un poco y me la folle primero —mascullo, Howard me fulmina con la mirada, pero esto se ha vuelto un duelo, no porque sea el primero significa que le rinda pleitesía. —Eres tan imbécil que prefieres desperdiciar tu eternidad siendo soberbio. —¡Yo no pedí esta existencia! —vocifero, me toma por la camisa con fuerza y acerca su rostro al mío, sus ojos se tiñen de n***o total, son dos pozos sin fondo en la búsqueda por intimidarme, pero eso no es nada para mí, yo también puedo hacer lo mismo, ambos conservamos parte del vacío de donde salimos. —Escúchame bien, hijo de puta, ninguno pidió esto, ¿Crees que me gusta mi trabajo? No, pero debo hacerlo porque solo así joderé al creador, entiende, si dejamos de cumplir con nuestra parte todo se irá a la mierda, él tiene un maldito ejército de ángeles, nosotros contamos con los demonios y si bien podemos pelear y deshacernos de ellos, en el camino perderemos mucho, nada será como antes y no sabemos que esperar, en cambio, si te portas bien y mueves el maldito culo con prudencia, podemos retrasar el juicio final. —¡No me importa lo que le pase a este mundo! —Si no te importara realmente, no harías tu trabajo cada noche, se supone que somos hermanos, te importa lo que pase con todos, así como todos nos preocupamos por ti, o dime ¿Fuiste un jodido hipócrita cuando fuiste a casa de Demian a decirle de tu viaje? ¿Fuiste un jodido traidor al ir a cenar a casa de Will cuando sabes que le darás la espalda al final? No creo que juegues tan sucio, Patrick, no sé qué carajos te pase, sé que no me lo dirás, pero es más que evidente que el miedo se está acumulando en ti. —Yo no le temo a nada —mascullo. —Lo dices porque no has perdido nada, pero el día que eso esté por ocurrir, vas a tragarte tus palabras, así que piensa bien en tus próximos movimientos, Pat, todos queremos vivir nuestra existencia en paz y de la mejor forma, solo falta ver del lado de quien estás —dice liberándome de su agarre, me aliso la camisa mientras él retrocede un paso. —No soy un traidor, mucho menos hipócrita, pero no me quedaré esperando a que me ayuden con un asunto que seguramente resolveré solo, todos tienen algo y a fin de cuentas, yo soy el dueño de la nada —declaro, Howard suelta una pesada respiración, su aura está alterada, aun más de lo usual, se aclara la garganta, me percato de que sus ojos vuelven a la normalidad dando un centelleo. —Sabes que puedes llamarme si necesitas algo, pero como último consejo, no hagas cosas estúpidas, piensa en lo que harás y no te precípites. —¿Por qué lo dices? —Porque cabe la posibilidad de que a quien busques no tenga ni la menor idea de lo que sea. —¿Dices que puede ser inocente? —A su modo, si, cabe la probabilidad, no la creo santa, después de todo tiene esencia demoniaca, pero quizás sea como el caso de todas las elegidas, no saber su destino en sí. —¿Cómo? —cuestiono curioso. —Harper no sabía que era la heredera de Salomón, Kali sabía que debía proteger el libro de San Cipriano, más no sabía que ella era la única que podía usarlo y si miras más atrás, Dominick no sabía que era la bestia del apocalipsis, Agata no sabía que era el anticristo y Amber ni por enterada que iba a ser reclamada por un círculo infernal, aun así todos han desafiado su naturaleza, Pat. —Claro, y tu pretendes que me termine enamorando de la chica —digo con diversión, esto si es una mala broma. —No sabes lo que pueda pasar, nuestro destino es incierto. —Aun así no estoy tan jodido, yo cumpliré con mi parte, me desharé del problema y fin, esa mujer debe saber exactamente lo que es, seguramente aguarda escondida en un lugar remoto para luego atacar —afirmo, Howard niega con su cabeza, pareciera frustrado, pero cuando tengo un propósito trazado, difícilmente renuncio a él. —Como quieras, debo irme, mañana debo ir a la embajada, tengo una junta con algunas ONG, el proyecto para combatir la hambruna se está revisando a fondo, ya tenemos a Elon Musk interesado en el tema. —Eso sí que es irónico, tu combatiendo el hambre. —Y guerra haciendo la paz y la muerte dando vida, la existencia está llena de ironías, Pat, solo hay que saber tomarlas y fluir —espeta, su aura aumenta y una bruma negra lo cubre de pies a cabeza haciendo que se desmaterialice frente a mis ojos. —Yo siempre estaré solo —musito para mí, necesito descansar, creo que ya es demasiado tarde para buscar diversión.     ******            ******     —¿Señor? —¿Qué sucede Jimmy? —pregunto con algo de fastidio sin apartar la vista de la pantalla de mi móvil, mi chófer asignado detiene el auto en el primer semáforo, esto de usar aplicaciones para solicitar transporte sí que es ingenioso por parte de los humanos. —Solo quería saber si está completamente seguro de querer hospedarse en el hotel Monte Vista —dice, levanto un poco la cabeza percatándome de que me observa por el retrovisor. —Si, ¿Qué tiene de malo? —pregunto serio, se remueve nervioso en el asiento, retoma el camino cuando el semáforo cambia a verde. —Está embrujado, de hecho es uno de los más embrujados de los Estados Unidos. —Lo sé, no veo inconveniente en ello, además los Hampton está lleno, uno pensaría que los universitarios prefieren ir a California para el spring break, creo que no es del todo cierto —explico despreocupado, Jimmy aparca en la acera y justo a mi lado puedo admirar el gran edificio de ladrillo, con una fachada algo anticuada, grandes ventanales y un letrero enorme con el nombre del lugar, bien decían que era un edificio histórico, esta cosa es una verdadera antigüedad, según leí, fue construido en los años veinte, casi treintas, ya veremos qué tal están las habitaciones. —Bien, si usted está seguro, adelante —espeta Jimmy sacándome de mi ensoñación, sale del auto y yo lo sigo hasta estar juntos frente al maletero. —Jimmy, la vida es un riesgo, hay que experimentar de todo. —Si, señor Edevane. Tomo mi maleta y llevo mi mano al bolsillo de mis vaqueros sacando mi cartera, ya he pagado el transporte, pero Jimmy me ha caído bien, merece algo de cortesía, le extiendo un Benjamín Franklin y sus ojos se agrandan —Se-señor —balbucea. —Tómalo, espero puedas ayudarme a la próxima —digo, toma el billete de mi mano mientras una sonrisa parte en dos su rostro. —Gracias. —Hasta luego, Jimmy. Asiente y rodea el auto abordando el lado del piloto, suelto una pesada respiración y me resigno entrar al hotel. —Edevane, tienes cosas por hacer —musito para mí, espero acabar con todo esto pronto.     ******            ******     —¿Le puedo ayudar en algo señor? —pregunta el botones mientras nos dirigimos a la primer planta del hotel, sinceramente me parece algo deplorable el estado de la suite, decidí alojarme aquí por qué la última vez que vine a hacer negocios a Arizona, sentí un aura peculiar justo en este lugar. —¿Steve? —Mi nombre es Stan, señor. —Lo siento, Stan, ¿Sabes dónde puedo encontrar algo de entretenimiento? Sabes a lo que me refiero. —¿Compañía? —Mas bien algún club de striptease, soy un hombre al que le gusta mirar sin exponerse a las malas compañías —respondo ganándome una media sonrisa de su parte. —Ya veo, podría recomendarle algunos lugares decentes, pero creo que le vendría bien ir a Xplicit, hay lindas chicas —responde jugueteando con las cejas, esbozo una media sonrisa, ¡Al fin! Alguien que sabe a lo que me refiero. —Creo que pediré transporte. —Si quiere mayor discreción, puedo contactarlo ahora mismo con una agencia para la renta de un vehículo, señor. —Eso sería perfecto, aunque es de noche, imagino sería difícil conseguir un auto ahora, así que lo dejaremos para mañana, mientras tanto ya sé a quién llamar —digo, saco el móvil de mis bolsillos, sé que puedo solicitar transporte y puedo elegir al chofer más cercano a la zona, espero Jimmy esté disponible.     ******            ******     —¡Vamos nena! Agáchate un poco más que tengo buena propina— grita el tipo ebrio a mi lado, ruedo los ojos, el lugar estaba bastante bien hasta que este imbécil llegó, Stan tenía razón, hay chicas hermosas aquí y no solo las de las pasarelas, las meseras y en especial las chicas de la barra son preciosas. —¡Eso es, muéstrame el culo, bebé! —dice el tipo mientras la stripper se agacha hasta tocar la punta de sus pies dejando una vista de su culo en un diminuto tanga, chasqueo la lengua cuando el tipo se acerca para meter un billete en la prenda, este le da un azote haciéndola sobresaltar, veo a los de seguridad aproximarse, no quiero estar cerca de este tipo que terminará derramando su cerveza sobre mí, me pongo de pie y camino hasta la barra decidido por beber el último trago de la noche. Tomo asiento en uno lo de los banquillo y miro mi reloj, es la una y treinta, una hora bastante decente para terminar mi noche. —¿Qué te ofrezco, guapetón? —dice una voz suave y sensual, levanto la mirada y me topo con la fuente, una chica de cabello largo y rubio en ondas y ojos azul claro, mis labios se curvan en una sonrisa de depredador, después de todo cabe la posibilidad de tener un buen cierre esta noche. —Claro, hermosa, quiero un old fashioned —paladeo con destreza el nombre de la bebida dejando un poco de mi energía fluir, ella me da una mirada coqueta y se recarga sobre la barra acercándose a mí para quedar a escasos centímetros de mi rostro. —Ya te lo preparo, pero debo decirte algo, guapetón. —Adelante. —Tus trucos baratos no funcionan conmigo, ¿Sabes a cuantos tipos como tú atiendo por noche? —Dudo que sean como yo —replico dándole un guiño, ella niega con su cabeza divertida, se aleja para tomar un vaso y la botella de Angostura junto a la de wiski, de manera experta comienza con la preparación, de pronto siento un cosquilleo en mi nuca, frunzo el ceño prestando más atención, miro hacia su chaleco donde se encuentra una pequeña placa con su nombre, Eris, pero hay algo más, su aura, es turbia, ¡Mierda! La he encontrado, no puedo equivocarme, su aura es diferente a cualquiera que haya percibido jamás, creo que tengo mucho trabajo por hacer.   —Tu trago listo. —Gracias, Eris —musito serio, ella me dedica una sonrisa y se aleja para atender a otro cliente, debo ser cauteloso y no hacer escándalos, la cacería ha comenzado. 

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Mi Pareja Tiene Dos Lobos

read
1.4K
bc

Navidad con mi ex

read
8.9K
bc

La esposa rechazada del ceo

read
167.6K
bc

Prisionera Entre tus brazos

read
86.5K
bc

Mi Sexy Vecino [+18]

read
51.4K
bc

Bajo acuerdo

read
9.3K
bc

Tras Mi Divorcio

read
510.7K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook