Recuerdo bastante bien el consejo que me dio la psicóloga Alicia cuando volví a consulta al verme afectado por toda la situación que estaba pasando en mi vida. Ella me dijo que tratara de no hacerme muchas ilusiones con Rousse, ya que ella estaba en un tratamiento en el cual no tenía espacio para tener una relación amorosa con alguien, además, mostraba claros indicios de no querer algo romántico en un largo tiempo. Yo le pregunté si eso podría cambiar cuando mejorara su situación con el tratamiento y me respondió: “Todo depende de lo que ella quiera”. Pero, lo que la doctora no sabía era que, para el momento en que me dio aquel consejo, yo ya estaba más que enamorado de Rousse. Habíamos pasado para ese punto tantas cosas juntos, que mi corazón sólo sabía suspirar por ella y creía fielmen