—Oh… —Sí, la verdad es que no sabía cómo empezar esta conversación. Por suerte, Diego acudió a mi rescate. —Sabemos que puedes tener muchas preguntas y estipulaciones. ¿Qué tal si empezamos por lo que te preocupa de este posible acuerdo y partimos de ahí? Maldita sea, me gustaba este hombre. —Seguro, suena bien. Entonces, primero, ¿cómo funcionará todo esto si acepto? ¿Cómo me van a compartir? —Tropecé con la palabra "compartir", pero no parecía que les importara el hecho de que fuera totalmente nueva en esto. Diablos, la mayoría de las mujeres serían nuevas en esto. Diego lanzó una mirada a Martín que no supe interpretar. —Serás nuestra hasta que encuentres a tu dominante o nosotros a nuestro esclavo. “Eso es algo que ya hemos cubierto. Lo que significa es que te repartiremos entre